La Televisión Digital ya lleva tres años de desarrollo en la Argentina. En RedUSERS siempre seguimos de cerca todos los avances de la Argentina en este terreno, desde la creación de codecs y conversores 4k, hasta visitas a las plantas de transmisión de la TV Pública y Canal 13 (pueden verlas en video: parte 1 – parte 2 – parte 3 – parte 4).
En esta ocasión, entrevistamos a Osvaldo Nemirovsci, coordinador del Consejo Asesor del Sistema de Televisión Digital Argentina (TDA), para que nos cuente cómo evolucionó el desarrollo de esta tecnología en el país.
¿Cuál es el estado de TV digital actualmente?
Hace tres años, cuando empezamos, no existía la TV digital en la Argentina así que es un marco de positividad en la gestión llevada adelante. Hoy hay 53 estaciones de transmisión que cubren cerca del 70% de la población de la Argentina, y alrededor de 25 señales que están en todo el país transmitiendo en el estándar digital ISDB-T. Hay 2000 horas de contenidos impulsados y 9 polos audiovisuales tecnológicos en todo el país con cabecera en las universidades nacionales que se dedican a hacer contenidos.
Lo que considero uno de los logros más importantes es la distribución de casi 1.100.000 set-top-boxes en función del programa Mi TV Digital para que la innovación tecnológica más importante que tuvo la Argentina en su medio de comunicación principal no dejara fuera a las personas de escasos recursos. Acabamos de firmar por 400 mil conversores más. En los cuatro espacios que atendemos, que son transmisión, la recepción, los contenidos y la interactividad que marca la diferencia con la TV analógica a través del middleware Ginga, estamos muy bien.
Los televisores actuales cuentan con el sintonizador y se han registrado altas ventas de equipos, ¿detectaron un incremento en la audiencia?
Sí, pero debo decir que estamos terminando la primera encuesta meticulosa de penetración de TDA. En términos de otras variables, percibimos que sí en virtud de lo que se habla de TV digital en los lugares de todo el país donde damos charlas. También recibimos correos electrónicos sobre la calidad de imagen y de los contenidos, especialmente en las provincias. Si bien la TDA se entremezcla con otras vertientes de la radiodifusión, como la TV paga, nuestro comienzo fue llegar a la gente del interior del país que no contaba con la oferta de TV abierta y paga que hay en Capital y Gran Buenos Aires. En 22 capitales de provincia, más 30 localidades más donde tenemos estaciones de transmisión, más 11 mil escuelas rurales donde llega la TDA por satélite. Aumentó mucho la gente que ve TDA. Ahora estamos en una suerte de muestreo sobre la programación y las señales de la TDA, que es entre 15 y 25 canales según el lugar.
Cuatro de los cinco canales de aire “analógicos” ya están transmitiendo en digital, salvo Canal 13, ¿se debe a una cuestión política o a una decisión técnica del canal?
Tiene que ver con lo segundo. Porque hay horas del día en la que si se sintoniza la señal 34 de UHF se puede ver Canal 13. Nosotros no tenemos problemas. No hacemos esto en contra de nadie y no incorporamos a la digitalización en el conflicto que el Gobierno tiene con algunos grupos concentrados que no se adecúan a la Ley. Simplemente, la gente de Canal 13 decidió demorar su propuesta digital. Los otros tres canales privados (Canal 9, América y Telefé) ya están transmitiendo.
En estos tres años de la TV Digital, ¿cuánto dinero invirtió el Estado en su desarrollo?
Tenemos una inversión total desde octubre de 2009 hasta 2012, alrededor de 500 millones de pesos en concepto del Sistema Argentino de Televisión: las estaciones de transmisión, los conversores, el sostenimiento administrativo y demás. Después, hay cerca de 200 millones de pesos invertidos en TDH, es decir, Televisión Directa al Hogar (por satélite), donde empezamos con 11 mil escuelas rurales, con 1.158.000 alumnos y cerca de 250 mil profesores. Desde hace más de un mes, estamos llegando a poblaciones de entre 3.000 y 5.000 habitantes con antenas domiciliarias de TDH, que nos resulta más económico que instalar una estación transmisora.
En desarrollo de contenidos audiovisuales, que no hacemos, pero impulsamos mediante concursos mediante el Incaa y el Consejo Interuniversitario, invertimos alrededor de 330 millones de pesos. Esto hace un total aproximado de 4.000 millones de pesos, que fue lo que habíamos calculado en octubre de 2009. Quisiera agregar que esa cifra, equivalente a unos 800 u 900 millones de dólares, para la principal innovación argentina en 60 años en el campo de las telecomunicaciones, me parece de una austeridad total.
¿Cómo repercutió la inversión en TDA en la economía Argentina?
La externalidad que tiene se basa en la cantidad de empleos que genera, la demanda profesional, las exportaciones, pues estamos vendiendo a Venezuela y asesorando a Ecuador y Bolivia. Empresas nacionales ya vendieron a Venezuela 300 mil conversores, que serían unos 30 o 35 millones de dólares, y 11 plantas transmisoras. Esto genera un ingreso de capital de un recurso absolutamente no tradicional: quién iba a pensar hace tres años que íbamos a ingresar dinero al país con tecnología de punta. Con Ecuador comenzamos hace 15 días un acuerdo protocolar y seguramente viajaremos a consolidar esta firma de protocolo.
Cuando empezamos en 2009, primero tuvimos que relacionarnos con quienes más sabían e impulsaban la norma, que son los japoneses. Eso significó que adoptáramos una tecnología de origen japonés y que nos enviaran gratuitamente plantas que están transmitiendo desde Buenos Aires. Los conversores permitimos que se fabriquen en el exterior, aunque el diseño era argentino. Esto ocurrió porque no teníamos una matriz de aprendizaje ni una memoria industrial que nos permitiera desarrollar. Venezuela, Ecuador y Bolivia estarán en el mismo estado.
Los únicos contenidos interactivos son precargardos, como en el Fútbol para todos, ¿por qué todavía no ha despegado la interactividad “real”?
Con todo respeto, Ginga es un piso desde el cual miramos la interactividad. No tenemos resuelto el tema de la interactividad con Ginga. Hay que trabajar mucho más. Me parece más importante el canal de retorno sostenido por Internet, en la medida que la penetración de la banda ancha aumente en el país.
¿Cuándo cree que llegarán esos contenidos interactivos a la TDA?
No sé cuánto faltaría para que haya contenido interactivo más avanzado. No avanzó mucho el Ginga. Los televisores con sintonizador no lo tienen instalado, ni acá ni en ninguna parte del mundo. El set-top-box va a dejar de utilizarse, porque la gente va a cambiar el televisor y ya va a tener el decodificador. Va a tener que estudiarse la forma en la que el televisor tenga Ginga. Nosotros estamos un poco más avanzados que Brasil en ese sentido, pero siempre sobre contenido presentado antes en la pantalla. Tampoco tenemos tanto contenido interactivo y estamos tratando de influenciar a los productores para que hagan contenido interactivo.
Yo confío mucho más en un canal de retorno que no esté basado en el Ginga. Lo que sí puede ofrecer es emergentología, turnos médicos, aulas virtuales, consulta a distancia sobre algunos temas. En Japón se usa mucha la interactividad para alertar sobre terremotos, pero no usan Ginga.
Pero el tema de ida y vuelta, programas en vivo y demás, hay dos elementos que van ser importantes: uno, el canal de retorno (Internet), y otro más audaz, que es la telefonía celular. Yo confío en una combinación entre microblogging, redes sociales e interactividad, donde los que hacen el programa y quienes lo ven se comuniquen vía Twitter. Yo hice la experiencia y funciona. Sino, habrá que esperar a que haya al menos un 70% de penetración de banda ancha en el país.
Los fabricantes y las operadoras anunciaron que lanzarán equipos con sintonizador en 2013, ¿eso acelerará la producción de contenidos interactivos?
No creo, pero me parece una muy buena iniciativa. Firmamos convenios con las operadoras, tanto con las tres grandes como con las cooperativas. La posibilidad es en virtud de la nueva decisión del Estado Nacional de mantener una parte del espectro para sí y darle servicio a terceros, como cooperativas. Además es un modelo de negocios para ellos, porque podrán ofrecer sus contenidos miniaturizados para telefonía. Una de las ventajas de la norma ISDB-T es la gratuidad de la transmisión, porque no va a través de la red móvil, lo cual es un aspecto democratizador de la TV abierta. Pero las empresas pueden colocar ahí aplicaciones que le permitan ejercer su rentabilidad. No lo veo desde el punto de vista de interactividad de las terminales hogareñas.
¿Están utilizando hardware nacional para los equipos transmisores?
No todo, pero sí una gran parte. Tuvimos el cuidado de contratar y comprar industria nacional del clúster de córdoba, por ejemplo a Intel, que tenía experiencia en la fabricación de transmisores analógicos y, en algunos casos, digitales de baja potencia. Al mismo tiempo que le comprábamos a NEC y a Harris, adquirimos una cantidad importante a la industria nacional, aunque tuvimos que darle tiempo para que fabriquen. Creímos adecuado que participen en esta innovación: hay una parte de nuestra tecnología instalada que tiene que ver con hardware nacional. De cualquier manera, el hardware en ningún campo es 100% desarrollo local.
¿Podría calcular cuál es el porcentaje de integración nacional?
Podría ser que alrededor del 25 o 30 por ciento sea industria nacional. Fue una decisión del ministro de Planificación Julio De Vido y tampoco era tan visible que la industria nacional pudiera participar, porque venía agobiada tras 25 o 30 años de abandono de políticas públicas que la contengan. En este caso, la industria renació con nosotros. ¿Quién fabricaba antes antenas? Nosotros necesitábamos cerca de 8 millones de metros de cable y en existencia había 200 mil. Despertamos una industria para el mercado interno, pero también para la exportación de conversores, cables, multiplexadores, transmisores, ingeniería de la torre, etcétera. Hay todo un know how muy específico desarrollado por Invap.
Con respecto al software para transmisión, automatización de programación, etcétera, ¿hay desarrollos argentinos?
Sí. El primer modelo de software que usamos probablemente no, pero ahora tenemos un desarrollo de software fuerte.
¿Por qué falló el llamado a concurso para las nuevas señales destinadas a la TV Digital?
Con permiso y respeto, por un área que no es de mi competencia como es la Afsca, los motivos de la derogación del llamado a concurso fue por una reformulación de las prioridades, no porque no se presentaron. No falló el llamado a concurso, pero quedó esa idea. Fue una atinada decisión de reformular las prioridades para llamar a concurso primero a aquellas frecuencias sin fines de lucro que ocuparán el 33 por ciento del espectro destinado por la Ley 26522, que son las que más dificultadas tienen para hacer televisión.
Antes se hizo todo junto: en junio de 2011 se habían llamado a 220 concursos. Luego de estas frecuencias, se llamarán a concurso para adjudicar las privadas y se asignarán a las frecuencias a las entidades públicas, como las provincias y universidades que tendrán adjudicación directa. Algunas universidades ya están transmitiendo. Hay un avance en la oferta que tiene la grilla de la TV Digital.