Según un reporte de The Huffington Post, la NSA espiaba las actividades sexuales online de al menos seis “radicales” musulmanes, en un intento de perjudicar la imagen pública de estas personas.
Una vez más, esta información proviene de los documentos filtrados por Edward Snowden, y si bien no se revelan los nombres de las personas espiadas, los informes acerca de la pornografia que consumían eran recibidos por oficiales de la NSA, la Drug Enforcement Agency y el Departamento de Justicia.
Estos “radicalizers”, como textualmente los llama el informe, estarían sospechados de utilizar servicios como YouTube o Facebook para divulgar ideas controversiales.
El informe incluso tiene un pequeño apéndice al estilo hoja de cálculo en el que se enumeran el status social de la persona (“celebridad mediática” , por ejemplo), las actividades y las vulnerabilidades de cada uno. Uno de los seis es reconocido en los papeles como un “US person“, el cual, segun el Huffigton Post, puede referirse indistintamente a un ciudadano estadounidense o a alguien con residencia permanente en el país, lo que le daría “mejores protecciones legales en contra de la NSA”, comparado con un extranjero.
La NSA tenía una copia de los contactos de todos los sospechosos, destacando que tres de ellos (todos angloparlantes) tenían “minimos contactos terroristas”, y aunque los tres restantes hablaran árabe y tuvieran mayor contacto con grupos extremistas, ninguno de los seis objetivos fueron directamente acusados de terrorismos en los documentos.
No sería ésta la primera vez que el gobierno norteamericano utiliza el consumo de pornografía como una forma de descrédito: luego de que Osama Bin Laden fuera asesinado por las fuerzas norteamericanas, se reveló que el líder de Al Qaeda supuestamente contaba con una pequeña “reserva de pornografía”.
Vía: TheVerge, HuffingtonPost