Así lo estableció Michael Silver, analista de la consultora Gartner, quien señaló que aunque la mayoría de las empresas que optaron por Windows XP en lugar de Vista tienen planeado migrar hacia Windows 7, Microsoft podría hacer que su salto hacia el nuevo sistema operativo sea más difícil de lo esperado.
Los actuales planes corporativos de la firma de Redmond establecen que las compañías que compren computadoras antes del 23 de abril de 2010 y que vengan con Windows 7 preinstalado pueden optar por volver a Windows XP y, en una fecha posterior, cuando los usuarios estén listos para el cambio, actualizarse a Windows 7.
Sin embargo, si una empresa compra PCs después de esta fecha, no podrá bajar a Windows XP, sino que su única opción, si así lo desean, será cambiar a Windows Vista.
Otra de las alternativas que brinda Microsoft es que las corporaciones se inscriban en el programa Microsoft Software Assurance, que les permite instalar cualquier versión de su sistema operativo pagando una cuota anual adicional de 90 dólares por equipo.
En ese sentido, Silver añadió que aunque con esta política la idea de Microsoft sea obtener más dinero, lo que está propiciando en realidad es un retraso en la adopción de Windows 7 por parte de las compañías que no quieran desembolsar dinero extra.
Además, el experto de Gartner expresó que la inclusión del modo XP en Windows 7 no es nada funcional para las empresas que, para ejecutarlo, deberán duplicar su carga de trabajo, dado que tendrán que implementar y administrar dos sistemas operativos por PC: Windows 7 y Windows XP.
Asimismo, Silver instó a los usuarios a que se pronuncien en contra de esta política “que no tiene sentido”, y traten de convencer a Microsoft para que la cambie, teniendo en cuenta que la presión de los consumidores puede influir positivamente en las decisiones de la firma, como sucedió cuando la resistencia a adoptar Vista hizo que el gigante del software amplíe el tiempo de disponibilidad de Windows XP, varias veces y en diversas formas.
Finalmente, el analista destacó que Microsoft debería dar a conocer los detalles sobre su programa “Technology Guarantee”, que ofrece actualizaciones gratuitas de software en los equipos comprados después de una fecha determinada, o por lo menos aclarar si las empresas contarán con dicho programa, a fin de que puedan comenzar a planificar con anticipación el cambio, manteniendo los costos al mínimo.