La adopción de las redes sociales móviles, los servicios de video en movimiento, la banda ancha inalámbrica, el uso portable de datos y las plataformas convergentes se retrasaría por la falta de decisiones oficiales para adecuar el marco legal al nuevo panorama tecnológico.
El mercado de la telefonía móvil en la Argentina y en otros países de América latina se encuentra al borde de la saturación en cuanto a la penetración del celular en término de número de líneas y para mantener y aumentar sus ingresos, las operadoras apuestan por la aparición de nuevos servicios y tecnologías, pero las regulaciones existentes demoran el desarrollo de estas nuevas prestaciones.
Dos análisis de la consultora Frost & Sullivan que abarcaron la telefonía móvil, servicios móviles de datos, y servicios móviles de banda ancha en Brasil, Colombia, México, Argentina, Venezuela y Chile, revelaron que el mercado obtuvo ingresos por más de U$S 68.026 millones en 2008 y se estima que alcanzará los U$S 103.235 millones en 2014.
“Las aplicaciones móviles avanzadas aumentarán el tráfico de datos y, por tanto los ingresos de las compañías”, explicó Bruno Neto, analista de investigaciones de Frost & Sullivan.
“Se espera que tanto las inversiones en 3G, la llegada de las tecnologías 4G (LTE y WiMAX), como los teléfonos inteligentes con precios más bajos y modelos más atractivos impulsen el mercado. La migración de fijo a móvil y la convergencia de servicios también mejorará las perspectivas de mercado”, apuntó el analista, según informa el portal de noticias iProfesional.
Sin embargo, las cuestiones de reglamentación siguen siendo un obstáculo para el desarrollo del mercado móvil en toda la región, de acuerdo a Neto, ya que cada país tiene normas diferentes y los gobiernos latinoamericanos han retrasado importantes medidas que tienen el potencial de acelerar los procesos de desarrollo de las telecomunicaciones.
Por ejemplo, en Argentina aun sigue paralizada la portabilidad numérica, que serviría para agudizar la competencia entre los operadores locales y atraer a nuevos participantes con productos y servicios innovadores de mayor calidad.
Teniendo en cuenta que la mayoría de los países de América latina alcanzaron la maduración del mercado, la región requiere una solución más coordinada para cuestiones del mercado de móviles. De lo contrario, estas diferencias pueden retrasar las inversiones de los nuevos jugadores en toda la región.
“La crisis económica intensificó la competitividad en el mercado móvil e impulsó acciones agresivas de los operadores para buscar y mantener clientes. Mientras algunas compañías reducen costos en este período de crisis, la gran mayoría aumenta las inversiones en servicios, expansión geográfica y nuevas tecnologías”, agregó Neto.
En Argentina, la crisis estimuló el crecimiento de los servicios menos costosos, por lo que se espera que sean los servicios de datos móviles a precios más bajos los que den un mayor impulso para el mercado y, en el mediano y largo plazo, según Frost & Sullivan, los servicios de datos serán testigos de un fuerte crecimiento en todos los países de América latina.
Por otro lado, Jose F. Otero, presidente de la consultora Signals Telecom Consulting señaló que “la principal debilidad del marco regulatorio regional es que muchas leyes existentes no contemplaban, al momento de ser aprobadas, los cambios tecnológicos que luego surgieron en el sector inalámbrico de las telecomunicaciones”.
Otero también coincidió con los reclamos de las telcos de liberar espectro electromagnético (también llamado radioeléctrico) de servicios antiguos para asignarlo a nuevos, con el fin de “fomentar la innovación tecnológica sobretodo cuando muchos de los servicios para los que se utilizaba el espectro ya no poseen muchos clientes porque los mismos han migrado a contratar servicios equivalentes como sucedió con el pager vs. el celular”.
Un ejemplo de los reclamos privados hacia el Estado en Argentina lo dio recientemente la Federación de Cooperativas de Telecomunicaciones (Fecotel), que acusó a las autoridades del sector de las comunicaciones de “simular que están dormidos”.
En la edición de agosto de la publicación Fecotel en Línea con la Comunidad”, los empresarios cooperativistas advirtieron que sigue “sin respuesta” el pedido de resoluciones y regulaciones para federalizar la banda ancha, el servicio básico universal, un fondo compensador, sus reclamos para operar telefonía celular, la actualización de las tarifas, definiciones sobre el CPP (calling party pays, la fórmula tarifaria por la cual la parte que origina la llamada paga todo el costo de la comunicación, extremo a extremo), la posibilidad de hacer radiodifusión y el otorgamiento de frecuencias de espectro”.