JUE, 17 / OCT / 2013

La tecnología, protagonista en el Informe Mundial sobre Desastres de la Cruz Roja

Este organismo afirma que un mejor acceso a las herramientas tecnológicas puede salvar vidas. Insta a que agentes humanitarios y expertos en tecnología aúnen esfuerzos.

El terremoto que castigó a Chile a comienzos del año 2010 sirve como botón de muestra para explicitar la valía de las herramientas tecnológicas en situaciones de catástrofe. En aquel hecho (como en muchos otros del mismo tenor) redes sociales como Facebook y Twitter se convirtieron en espacios propicios contactar a víctimas y familiares. Google había puesto en la red la herramienta Chile Person Finder, útil para difundir información sobre el paradero de personas afectadas por el terremoto. Sites de organizaciones humanitarias utilizaron la Web para recolectar donaciones. Los dispositivos móviles y ciertas apps especiales fueron de utilidad para dar con el paradero de personas perdidas e incluso predecir movimientos sísmicos.

Cuando el tifón Bopha afectó a Filipinas en diciembre de 2012, afectando a 6.4 millones de personas, muchos lograron sobrevivir. Un dato no menor: el 99 por ciento de la población tenía acceso a telefonía móvil.

En este orden, “la falta de acceso a la información y a la tecnología tiene repercusiones considerables en la habilidad de las personas para prepararse para casos de desastres, sobrevivir a estos y recuperarse tras los mismos”. Así lo señala la vigésima primera edición del Informe Mundial sobre Desastres que hoy difunde la Cruz Roja Internacional, cuya presentación tiene lugar en la Universidad de Hardvard, Estados Unidos.

Mientras que ediciones anteriores del informe hicieron foco en temas como el HIV, la salud pública y la migración forzosa, entre otros, en 2013 la tecnología aparece en el centro de las consideraciones. Avalado por cuarenta académicos y especialistas en labores humanitarias, el documento anota que gracias a estas herramientas las comunidades cuentan con más aptitudes para ayudarse a sí mismas. Sin embargo advierte acerca de la denominada “brecha digital” (desigualdades pronunciadas respecto al acceso a la tecnología) e indica que la misma es más evidente en los países más propensos a los desastres: “Si bien el número total de damnificados por desastres disminuyó en 2012, el número de personas afectadas en los países más pobres fue en aumento (…) también, muchas veces, son quienes menos acceso tienen a la tecnología”, dijo al respecto Patrick Vinck, compilador del informe.

En tal sentido, Cruz Roja Internacional insta al sector privado, a organizaciones de ayuda humanitaria, a comunidades locales y a gobiernos a generar vínculos en pos de asegurar el acceso a la tecnología como mecanismo que, literalmente, salva vidas. “Tenemos la esperanza de que los gobiernos y la población afectada en los países propensos a desastres puedan aprovechar las innovaciones, tales como los programas informáticos de predicción meteorológica, las imágenes obtenida por satélite y los sistemas de alerta masiva”, señaló el secretario general de la Federación Internacional, Bekele Geleta.

¿Es siempre de utilidad la tecnología en tales situaciones de catástrofe? Según se indica en el informe, “las innovaciones tecnológicas han mejorado la gestión de desastres en todas sus etapas –a saber, la mitigación, la preparación, la intervención y la recuperación– y su incidencia puede ser aún más amplia y positiva”. No obstante, tal como sostiene Geleta, se presenta “una perspectiva equilibrada entre el optimismo y la cautela” destacando la necesidad de aplicar en torno a estas implentaciones “principios rectores, pruebas y evaluaciones más rigurosas”.

Leer en PDF la edición 2013 del Informe Mundial sobre Desastres

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