Manolito es el nombre del nano satélite educativo argentino que ha sido puesto en órbita desde una plataforma rusa. En realidad se trata de un apodo, la denominación técnica es CubeBug-2, el segundo artefacto de una serie de satélites experimentales diseñados y construidos en Argentina.
El sobrenombre es un homenaje al conocido personaje de la tira cómica Mafalda. Junto al satélite argentino han sido puestos en órbita otros 13 nanosatélites y un satélite convencional. Los nanosatélites son dispositivos más pequeños que los satélites tradicionales y por tanto más económicos. A esta categoría también pertenecen los phonesats que en su momento lanzó la NASA.
Las primeras pruebas ha demostrado que está funcionando como se esperaba y ya ha sido detectado por las estaciones terrestres. La primera de ellas fue una instalación en Holanda. El satélite orbita a 600 kilómetros de altura, lleva una cámara de 20 mega píxeles y un GPS. El desarrollo de Manolito ha sido responsabilidad de Satellogic. Se trata de una versión mejorada del Capitán Beto, que en su momento fuera lanzado por una plataforma china.
Manolito satélite pesa 1,8 kilogramos y un 80% de sus componentes son de fabricación nacional. Los paneles solares los desarrollo la Comisión Nacional de Energía Atómica. El GPS y la computadora de a bordo son creación de Satellogic.
Emiliano Kargieman, fundador y director ejecutivo de esta empresa, señaló que el objetivo de la compañía es democratizar la tecnología espacial, para que esté disponible para pequeñas empresas, laboratorios, estudiantes e incluso amateurs. Manolito costo unos USD 70 mil y su lanzamiento unos USD 120 mil.
Sin embargo, esto no supone el total de la inversión. Para Satellogic el total puesto en el proyecto asciende a unos US$ 4 millones. La financiación ha contado con el apoyo del Invap, el Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación productiva e inversores privados. Capitán Beto y Manolito son parte de un proyecto a largo plazo que incluye investigaciones biológicas, aplicaciones educativas y la prueba de nuevos materiales. Un tercer nano satélite está pensado para ser lanzado en 2015.