Este martes, a bordo de una nave de SpaceX, salió al espacio el primer satélite fabricado con madera. El LignoSat pasará por la Estación Espacial Internacional antes de ser instalado en su órbita definitiva. El ingenio es una creación de Takao Doi, un astronauta que trabaja en la Universidad de Kyoto, Japón. El foco de su investigación está en las actividades humanas en el espacio. Doi cree que el uso de material renovable es esencial para la exploración y colonización del espacio a largo plazo.
El objetivo es poder construir casas, vivir y trabajar en el espacio por siempre. Doi estima que en 50 años podrían plantarse árboles en la luna y marte, y construir con los materiales que estos ofrecen. Ahora mismo suena como parte de un relato de ciencia ficción. Pero conforme pase el tiempo quizás resulte cada vez más cercano y posible.
Las ventajas de la madera en los satélites
Un punto que se ha destacado es que la madera es mucho más durable en el espacio que en nuestro planeta. Un factor clave es la ausencia de agua y oxígeno. La madera no se puede pudrir o prender fuego. Además, cuando el satélite ingresa en la atmósfera al final de su vida útil, la madera (ya con oxígeno alrededor) arde sin dejar rastros. El metal a menudo termina como escombros.
Doi cree que las ventajas son tantas que quizás en el futuro los satélites de metal se prohíban.
El satélite estará unos 6 meses en órbita.