Una loable iniciativa se está gestando en la ciudad de Nueva York. Se ha presentado un plan que contempla la reforma de más de 13 mil cabinas de teléfonos públicos en desuso, para convertirlos en hotspots WiFi totalmente gratuitos.
La idea de las autoridades de la Gran Manzana es que el servicio sea gratis tanto para los turistas como para los residentes en la ciudad. El programa se llevará a cabo inicialmente en tres barrios (Brooklyn, Queens y Manhattan) y luego se irá extendiendo poco a poco hacia el resto, con puntos de acceso provistos de antenas de tipo militar que tendrán un alcance estimado de unos 90 metros a la redonda.
La compañía que presta el servicio de telefonía pública, Van Wagner Communications, asumirá el costo de 2000 dólares de instalación para cada cabina provista de WiFi, que puede parecer una cifra elevada pero que en realidad resulta mucho más económica que el desmantelamiento de la actual infraestructura.
Sólo resta esperar que la experiencia resulte exitosa y que pueda repetirse en otras ciudades del mundo (como ya se está haciendo por ejemplo en algunas ciudades argentinas como San Luis), ya que el acceso WiFi público en la mayoría de las localidades generalmente está muy restringido pese a que cada día se vuelve más necesario.