Los bots pueden ser herramientas muy útiles para automatizar operaciones, ahorrar tiempo y mejorar la eficiencia de algunos servicio. Sin embargo a menudo también son un incordio para los usuarios de Internet y pueden ser muy perjudiciales para el mundo de los negocios. Según un reciente informe de Netacea el 50% del tráfico en Internet está generado por bots.
DDoS y tráfico basura
Uno de los peligros más directos generados por los bots son los ataques DDoS que pueden poner fuera de servicio un sitio web. Lo que implica en muchos casos pérdidas económicas directas.
Pero también existe otra amenaza de gran importancia. El hecho es que resulta difícil distinguir el movimiento producido por los bots de tráfico de aquel que realizan las personas reales, los clientes a los que las empresas quieren llegar. Como resultado muchos de los datos analíticos generados para tomar decisiones de marketing dejan de ser confiables.
Scalper Bots
Los bots también pueden alterar la normal relación entre las empresas y sus clientes.
El grupo de bots más perjudiciales es el de los scalpers. Estos programas tienen como objetivo acaparar la oferta de ciertos productos para luego aprovechar su escasez realizando una reventa a precios inflados.
Cuando se lanzó a la venta la PlayStation 5 muchos aficionados a los videojuegos tuvieron que esperar semanas e incluso meses para adquirir la consola, en parte debido a la acción de los especuladores.
Pérdidas
Netacea apunta que los bots tienen un profundo impacto en el mundo de los negocios, generando un perdida equivalente al 3,6% de los ingresos online (año fiscal 2020). El porcentaje puede parecer reducido, pero el resultado es sin dudas una enorme cantidad de dinero y muchas empresas operan con márgenes de ganancia reducidos.
No ayuda el hecho de que exista una falsa sensación de seguridad en muchos casos.
Dos tercios de las empresas creen que los web firewalls y las protecciones contra los ataques DDoS también las mantendrán protegidas de la acción de estos bots. Esta confianza supone un conocimiento superficial de la tecnología. En la realidad alguno de los programas empleados son suficientemente sofisticados como para seguir siendo un grave problema a pesar de estas medidas de seguridad.