De todas las empresas tecnológicas afectadas por la crisis económica global, Apple aparece como una de las que mejor la está pasando. Tim Cook ha señalado que la compañía llega a las fiestas de fin de año con su mejor oferta de dispositivos en la historia.
Pero Apple tiene otros problemas. El principal de ellos es China y la estricta política de cero casos con la que el gobierno intenta combatir la pandemia.
Muchos países han tomado medidas fuertes preventivas en su momento. Pero la gran mayoría ha relajado las restricciones sobre la población una vez que las campañas de vacunación han logrado cierto éxito. China es diferente. Cuando se descubre un solo caso en una fábrica, centro comercial o vecindario, se produce una cuarentena. En ocasiones el aislamiento dura varias semanas.
Caída en la producción
Las cuarentenas han afectado las fábricas que producen los iPhones. Las instalaciones han estado operando por debajo de sus verdaderas capacidades. En una de las proveedoras la actividad habría sido de apenas el 30% durante octubre.
La demanda por el 14 y el 14 Pro es fuerte, pero como es lógico los envíos se han reducido.
Además de los retrasos, la política del gobierno chino ha producido un gran descontento entre los trabajadores y la población en general. ¿Han dado buenos frutos estas medidas? Solo han retrasado lo inevitable cuando no tiene sentido retrasarlo. El lunes el gobierno reportó la mayor cantidad de infecciones de los últimos seis meses.