La tienda de aplicaciones de Google es de las que menos escollos le pone a los desarrolladores al momento de publicar sus productos. Para éstos es gran incentivo si se trata de pensar en una plataforma incial para difundir su creación, aunque llega un punto en que eso mismo se convierte en un problema para el usuario que se topa con miles de productos que poco de útil tienen para aportar.
El mal aprovechamiento de esta ventaja llegó al extremo de publicar aplicaciones que en sus capturas de pantalla mostraban ser una cosa, y al momento de descargarlas resultaban ser algo totalmente diferente. ¿Cómo hacían esto? Google permitía a los desarrolladores actualizar las capturas de pantalla, a modo de reflejar cambios en las nuevas versiones de sus productos. Muchos aprovecharon esto para en principio subir las imágenes reales, y una vez aprobada la publicación cambiar todo por imágenes apócrifas que engañaban al usuario.
La cosa es que, tal como adelantamos hace algunas semanas, Google está trabajando en la versión 4 de su tienda de aplicaciones, y previo a esto la empresa intensificó los esfuerzos para sacarse de encima a aplicaciones cuyo desarrollo estuviera por debajo de la calidad mínima pretendida, que difundan el SPAM o que violen derechos de autor (incluso de otras aplicaciones).
La “limpieza” superó los 60.000 títulos, y según se supo la mayoría correspondían a la descarga de ringtones o MP3. Aún así, la tienda ofrece actualmente más de 700.000 aplicaciones que podemos descargar tanto para la tablet como para el smartphone.
Un punto a destacar es que, a diferencia de lo que ocurrió durante los primeros años de existencia de las tiendas móviles, donde la “pelea” se centraba en cuál ofrecía mayor cantidad, hoy todos coinciden en la importancia de la calidad. Que no falten aquellas aplicaciones mundialmente requeridas por los usuarios (como WhatsApp), y que todo lo demás realmente justifique su presencia allí.
Los requisitos para que una aplicación sea aprobada, y a posteriori no sea removida de la tienda, son:
- No repetir contenidos de otras aplicaciones o propuestas de la tienda.
- No usar términos engañosos en la descripción, o palabras claves que no coincidan con el contenido con el sólo fin de posicionar mejor.
- Una vez publicada la aplicación no se puede cambiar la categoría de ésta.
- No incentivar a los usuarios a calificar la aplicación de una determinada manera.
- Si se usa un asistente o aplicación automatizada para crear la aplicación, ésta se debe publicar a través de este sistema y no a nombre de otra persona (o sea, no publicar como un desarrollo propio algo que hicimos a través de la herramienta de un tercero).
- No publicar aplicaciones cuyo principal objetivo sea derivar a una web de terceros, o mostrar contenidos provenientes de la misma.
- No enviar SMS, correo electrónico o ningún tipo de mensaje sin el conocimiento y aprobación explícita del usuario.