JUE, 8 / SEP / 2022

Liz Truss y un pequeño caso de confusión de identidades en Twitter

La nueva primera ministra del Reino Unido tiene una cuenta en Twittter. También lo tiene otra mujer con un nombre similar. Elizabeth Trussell ha recibido una buena cantidad de mensajes desde que Liz fue designada. Y los ha respondido con gran ánimo.

¿Alguna vez te han confundido con alguien más? En las redes sociales este tipo de error es relativamente común. Una de las últimas afectadas ha sido Elizabeth Trussell. Elizabeth se unió a Twitter en 2009 y se mantuvo bastante activa en la red social hasta 2018. Recientemente las circunstancias la han llevado a retomar la actividad.

Ocurre que el gobierno británico ha sufrido un importante cambio. Boris Johnson ha renunciado a su puesto de primer ministro y en su lugar ha asumido Liz Truss. El usuario de Elizabeth en Twitter es Liztruss, el de la nueva primera ministra es Trussliz. Adivinen quien ha recibido una buena cantidad de mensajes de apoyo, felicitaciones y otras menciones.

Lo que importa es la actitud

Pero Trussel no ha reaccionado con fastidio, o decidido alejarse de las redes sociales por un buen tiempo. Ha preferido tomarse todo con el nivel de seriedad que merece y ha respondido a muchos de los mensajes como si desde un principio fueron dirigidos a ella.

Algunos de los mensajes parecen haber sido corregidos o eliminados posteriormente. Como este de la oficina del primer ministro de Suecia.

Acusada de no entender el estado en el que se encuentra el Reino Unido por parte de una de las figuras del partido verde. Liz confirma que le gusta el pastel.

Algunos políticos, que han advertido el error, la consideran una mejor opción que su homónima.

Y podríamos pensar que al pasar los días el error no se repetiría. Pero Liz aún tiene que realizar muchos comentarios sobre política.

Acostumbrada

Es importante notar que no es la primera vez que Elizabeth Trussell se encuentra con mensajes enviados a Liz Truss. Varios incidentes similares han sucedido durante los últimos años. Pero el puesto de primera ministra tiene una carga de exigencias adicionales, aún para quienes no lo ocupan.

Además, Liz parece encontrar toda la confusión bastante entretenida.

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