Las distintas estrategias que llevan a cabo la industria del cine y la música para castigar a quienes descargan contenidos sujetos a derechos de autor podría tener los días contados ya que apareció un primer cliente de BitTorrent capaz de ocultar la dirección IP de los usuarios y de hacer imposible la identificación de los archivos que intercambian con sus contactos.
Se trata de BitBlinder, considerado por muchos el paso obvio para los usuarios de redes P2P, en vistas de la presión que estaban ejerciendo algunos gobiernos como el de Francia y la industria de contenidos para espiar las conexiones de los usuarios que se bajan archivos con copyright, atentando así contra el derecho de intimidad.
El sistema funciona cifrando la información que se va transmitiendo por las PCs que son parte de la red del servicio, de forma tal que cada uno de los equipos que participan conoce la dirección del siguiente dispositivo de la cadena, pero no la de su predecesor.
De este modo, no se puede localizar la fuente primaria del envío, aunque la contra es que debido al proceso de encriptación que tienen que realizar las computadoras que se envían los datos, la velocidad de transmisión no es tan elevada como en los sistemas sin anonimato o no supera los 2 Mb/s.
BitBlinder puede ser usado tanto en sistemas Windows como Debian/Ubuntu y también se puede emplear para mensajería o correo electrónico y, según algunos sitios web donde trascendió esta noticia, en los próximos meses veremos surgir clones de este cliente de Bit Torrent, destinado a convertirse en uno de los nuevos favoritos de los usuarios que teman alguna intromisión por parte del gobierno de su país.