Para quienes mantienen un blog por diversión, interés profesional, bitácora de aficiones o cualquier otro motivo, puede ser complicado asumir que hay países en los que tener un blog puede ser considerado un delito que puede llevar a la cárcel a su autor, pero sin embargo así ocurre.
Según un informe de la organización Committee to Protect Journalists, existen 10 países en los cuales es más arriesgado mantener una página personal en la web, y donde, en general, las libertades son mínimas y la represión gubernamental es una práctica habitual.
Para realizar su estudio, el organismo Committee to Protect Journalists tuvo en cuenta criterios que incluyen la existencia de blogueros encarcelados, de personas que deben hacer frente a amenazas o represiones por tener un portal propio, o que deben identificarse antes de poder bloguear, y de usuarios que se autocensuran para protegerse de las medidas de gobierno.
A partir de esos criterios, la lista de los países donde es poco recomendable mantener un blog está encabezada por Myanmar, donde Internet sufre la misma censura que el resto de medios de comunicación y sólo el 1% de la población tiene acceso a la red, principalmente a través de cibercafés.
El gobierno monitorea correos electrónicos y otros métodos de comunicación, y al menos dos blogueros permanecen encarcelados, uno de ellos por mostrar imágenes del ciclón Nargis en 2008.
En segundo lugar tenemos a Irán, país en el que escribir sobre figuras religiosas o políticas o la revolución Islámica y sus símbolos garantiza el acoso gubernamental.
Así, los que desean tener un blog deben inscribirse previamente en el Ministerio de Arte y Cultura si no quieren que les suceda lo que al blogger Omidreza Mirsayafi, que fue preso por insultar a líderes religiosos y murió en la cárcel el pasado marzo en circunstancias no aclaradas.
Ocupando el tercer puesto está Siria, donde abundan los filtros y los controles a Internet, incluso en los cibers, que deben fichar a todos sus usuarios y entregar los datos a las autoridades, y en cuarto lugar Arabia Saudí, nación en la que alrededor de 400.000 webs están censuradas.
La mayoría de estos sitios abordaban temas políticos, sociales y religiosos, y el año pasado algunos clérigos propusieron castigos como azotes o muerte para escritores online que publicaran material considerado herético.
Vietnam, país en el que las autoridades llegaron a pedirle a Yahoo!, Google y Microsoft que les entreguen información sobre los blogueros que usan sus plataformas, obtuvo el quinto puesto, y Túnez, donde todo el tráfico de Internet pasa por una central que filtra el contenido y los mensajes de correo, y donde las ISPs deben entregar a las autoridades la dirección IP para identificar a los blogueros, está cómodo en el puesto número seis.
En séptimo lugar tenemos a China, país en el que los temas políticos son el principal tabú y en el que por lo menos hay 24 blogueros encarcelados, y en el octavo a Turkmenistán, donde los pocos que logran acceder a la red deben hacerlo sufriendo el bloqueo a los sitios “disidentes” y el control de las comunicaciones vía email.
Finalmente en el puesto número nueve está Egipto, nación en la que el tráfico de todos los ISP pasa por Telecom Egipto, operadora controlada por el estado y donde en el 2008 se detuvo a 100 blogueros críticos con el gobierno, algunos retenidos durante meses y muchos sin órdenes judiciales, y en décimo lugar está Cuba, donde el acceso a Internet es restringido y se ve limitado en virtud del embargo que aplica EEUU desde hace 47 años a la isla, y que le impide conectarse a la red por un cable submarino de fibra óptica que bordea sus costas y la obliga a usar la transmisión por satélite, que es más costosa.