Los analistas de International Data Corporation estiman que los pedidos, y por ende los embarques de impresoras 3D podrían aumentar tanto como diez veces su nivel actual hacia 2017.
De esta forma, el hardware que actualmente es patrimonio casi exclusivo de diseñadores e ingenieros podría convertirse en un equipo hogareño más.
“La impresión se extiende más allá hacia la creación de un objeto concreto, y eso representa una increíble oportunidad“, destaca el VP de IDC Keith Kmetz. “Mientras que las tecnologías de impresión tradicionales están alcanzando la madurez, los envíos de impresoras 3D crecerán diez veces y el valor del hardware a nivel mundial se duplicará a corto plazo“.
Además la firma destaca la entrada al negocio de las impresoras 3D de firmas reconocidas en el mundo de la impresión tradicional, como es el caso de HP hacia mediados de 2014 o el acuerdo de Konica Minolta para distribuir hardware high-end en Estados Unidos.
Por otra parte, las patentes que controlan el proceso de sinterización láser expirarán en 2014, abriendo nuevas posibilidades para la impresión en tres dimensiones. Es que por lo general las patentes alejan las intenciones de las pequeñas empresas de explorar una tecnología específica, y en este caso, su expiración podría acarrear grandes avances en la impresión en plástico o metal.
Vía: TechCrunch
