Los fundadores de Google, Larry Page y Sergey Brin han decidido dar un paso al costado y dejar la dirección de Alphabet en manos de Sundar Pichai. Pichai ha sido el encargado de dirigir la unidad de negocios principal de la compañía desde 2015.
La declaración oficial señala: “Aunque ha sido un enorme privilegio estar tan profundamente involucrados en el día a día del manejo de la empresa desde hace tanto tiempo, creemos que es el momento de asumir el rol de padres orgullosos, ofreciendo consejo y amor, pero sin los regaños cotidianos”
Alphabet es la compañía madre de Google, y además de dicha organización tiene bajo su ala a varias empresas. Entre ellas se encuentran Waymo, la desarrolladora de automóviles sin conductor y Verily, del área del software dedicado a la salud.
En este proceso YouTube y Android se han mantenido como divisiones de Google.
Un cambio de enfoque
Según Kim Caughey Forrest, jefa de inversiones en Bokeh Capital Partners, “Esto demuestra un alejamiento de los emprendimientos más libres (experimentales) hacia una compañía enfocada en la tecnología que genera ingresos”.
Google es conocida como una de las empresas impulsoras del modelo 70-20-10, que supone utilizar la mayoría del tiempo para producir ingresos, un 20% para generar mejoras en las tareas diarias, y un 10% para proyectos de riesgo pero innovadores.
Page ha demostrado hace tiempo estar más interesado en el desarrollo de nuevos negocios que en la administración de las empresas ya establecidas. La mayoría de estas unidades pierden dinero, lo que en muchos casos es natural en las primeras etapa de desarrollo.
Por su parte, Brin se ha concentrado en los emprendimientos relacionados con la robótica y la salud.
A pesar de ser parte de la estructura ejecutiva de la empresa, los fundadores han permanecido al margen de gran parte del manejo cotidiano y de los grandes eventos.
El retiro de Page y Brin fue criticado por empleados y políticos cuando la empresa tuvo que responder por los conflictos que sus proyectos y prácticas generaban.
Se espera que este cambio simplifique la estructura de mando y permita que la empresa reaccione de forma más eficiente antes los distintos desafíos y conflictos que se le presentan.