Los equipos para la lectura electrónica, que reproducen libros en una pantalla, están ganando adeptos pero es poco probable que reemplacen a los textos impresos, además de que deberán competir con otras formas de consumo digital, según informó la agencia de noticias Reuters.
Las ventas de estos dispositivos para la lectura electrónica como el Kindle de Amazon y el Reader de Sony creció rápido, impulsando a las compañías más pequeñas a introducir sus prototipos y también a que algunas editoriales aceleren la digitalización de sus textos.
La ventaja de los libros digitales es que son pequeños y ligeros, y eliminan la necesidad de cargar con libros o periódicos, ya que permiten acceder a los textos a través de internet, mediante la conexión a redes Wi-Fi.
Por otra parte, los ecologistas son unos de los grupos que argumentan a favor de la lectura digital, dado que estos dispositivos consumen poca energía y reducen el consumo de papel.
Sin embargo, hay quienes consideran que el precio de los libros electrónicos podría impedir que esta tendencia se generalice, especialmente debido al clima económico reinante, mientras que algunos analistas del sector estiman que los celulares podrían situarse como una buena alternativa a dichos aparatos, que tienen un costo de entre 300 y 400 dólares, aunque seguramente una pantalla de tamaño mayor.
Según Juergen Boos, director de la Feria del Libro de Francfort, “En Sudáfrica los editores piensan que el celular es la próxima tendencia importante para leer, porque casi todo el mundo tiene un celular, así que están preparando contenido para estos teléfonos”.
No obstante, para el premio Nobel de Literatura Orhan Pamuk, la transición no está tan clara: “Cuando miro las formas de la tecnología de hoy, no puedo imaginarme utilizando un reproductor digital”, dijo el escritor turco. “Pero, si un día la tecnología se las arregla para crear el perfume de los libros, de los viejos libros, entonces, sí, quizás“, agregó el autor.