El calendario de presentaciones móviles de Samsung es más o menos claro y previsible: smartphone insignia de la serie S en el Congreso Mundial de Móviles (usualmente en febrero), y nueva phablet de la serie Note en las jornadas que se celebra IFA en Berlín (usualmente en septiembre). Esta escena podría alterarse a causa de las fallas que pesan sobre el lomo de Galaxy Note 7.
Para desprevenidos, Samsung presentó la nueva phablet a comienzos de agosto. Lo hizo con bombos y platillos, destacando la presencia del esperado lector de iris. Pero pronto llegaron los incovenientes: decenas de usuarios reportaron fallas en la batería de Note 7, derivando en ignición. Dicho en criollo, la phablet se incendió y explotó en ocasiones. El fabricante llamó a una revisión a nivel global y esta suerte de escándalo dio paso a noticias algo curiosas, como la prohibición de algunas aerolíneas a utilizar dispositivos Samsung durante los vuelos. Se dijo que Samsung perderá hasta mil millones de dólares por este inconveniente.
Frescos reportes señalan que a causa de este tropiezo de magnitud, que mancha la reputación del producto en sí y del fabricante, Samsung podría acelerar la presentación y el lanzamiento de su próximo insignia, el Galaxy S8. Naturalmente, con este movimiento procurarían que las explosiones sean olvidadas lo más pronto posible y volver a ganar confianza en el sector.
Reportes anteriores habían dicho que Galaxy S8 vería la luz el día 26 de febrero del 2017. Si el nuevo rumor es cierto, no tendríamos que esperar hasta esa fecha para la aparición del flagship. El sitio Android Headlines descree que Samsung vaya a presentar su smartphone en CES 2017 (en enero) teniendo en cuenta que el primer trimestre del año es usualmente bajo en ventas para el segmento.
El Galaxy S8 ya protaginza algunos rumores. Se dijo que llegaría sólo en variantes tipo Edge; que al igual que Note 7 contaría con lector de iris; y que ostentaría resolución 4K en su pantalla para sumarse a las propuestas de realidad virtual.
Imagen: El Confidencial