Según un análisis realizado por la compañía Originality AI, el 54% de las publicaciones de gran extensión realizadas en inglés han sido escritas por una inteligencia artificial. El dato fue revelado a través del sitio de noticias WIRED. Más de 8700 textos de más de 100 palabras fueron examinados. Las publicaciones se realizaron entre enero de 2018 y octubre de 2024. Como es de esperar durante varios años la producción por inteligencia artificial fue marginal, pero a partir de 2023 la cantidad aumentó dramáticamente (189%). El factor clave fue la llegada de ChatGPT.
Un entorno favorable
La plataforma explica que no hace un seguimiento de la cantidad de material generado por inteligencia artificial. Sin embargo, apunta que si se ocupa de identificar textos duplicados o de baja calidad y desalentar su difusión. LinkedIn entiende que en muchos casos los modelos generativos pueden utilizarse para producir borradores o mejorar textos. También es muy común la revisión de textos en inglés por parte de personas que no tienen una fuerte formación en dicho lenguaje. Mientras las ideas plasmadas sean producciones originales de los usuarios no hay problema para la compañía.
Máscaras en la red
Sin embargo, la recepción de los textos producidos con inteligencia artificial es diversa. Hay mucha gente a la que le da lo mismo, pero mucha a la que le produce rechazo.
Hay quienes creen que las malas opiniones sobre los textos producidos con IA están impulsadas por la mala calidad de algunos ejemplos. Pero también es posible aventurar otra hipótesis. En Internet es imposible determinar con seguridad si la información que nos llega es real. Alguien puede subir una imagen falsa, hablar de un título que no tiene o proclamarse experto en algo que desconoce. Pero al leer un texto escrito por esa persona podemos darnos una idea de su forma de ser, su habilidad para expresarse, sus temas de interés, que es lo que valora, hasta cierto punto su sentido del humor.
Cuando una IA entra en juego se pierde un elemento que nos ayudaba a conocer a alguien con cierto grado de confianza. Las IA aportan una máscara más sobre el anonimato de Internet y por dicha razón el uso de tal herramienta produce desconfianza y desagrado.