El viernes de completó el halving, la reducción de las recompensas a la minería en la red del Bitcoin. De esta manera el trabajo que antes producía unos BTC 6,25 ahora otorgará unos BTC 3,125.
La criptomoneda experimento una caída en la madrugada del 19, llegando a los USD 59664, pero subió ese mismo día a USD 65378. Desde entonces ha experimentado fluctuaciones menores y al momento de escribir este artículo se encontraba en USD 65927.
Apreciación
Algunos analistas sostienen que el cambio no debería alterar el precio del bitcoin a corto plazo, pero debería tener un efecto positivo a mediano y largo plazo. Esto fue lo que ocurrió en 2012, 2016 y 2020. La lógica es sencilla. Al reducirse la producción de bitcoins disminuye la oferta, y dado que la demanda sigue siendo la misma la competencia entre quienes quieren adquirir el activo hace que su precio suba.
También hay que considerar que a menudo el comienzo de las rachas alcistas tiene un efecto de contagio. Muchos entusiastas se apuran a comprar antes de que el precio se eleve aún más. Luego ocurre lo de siempre, la especulación respecto a cuál es el valor en el que hay que vender.
Las mineras
El punto débil del ecosistema bitcoin son las mineras. Cuando la criptomoneda sufre un halving las empresas dedicadas a esta actividad ven reducidos sus ingresos significativamente. Para compensar el recorte del 50% la divisa digital debería aumentar un 100%. Aunque podemos pensar que la compensación se da también con aumentos de forma previa.
De hecho hay quienes piensan que el precio actual del bitcoin ya contiene el efecto del halving. Y hasta podría darse una baja posterior.
La minería es importante para la salud del sistema dado que es la que permite la verificación de las transacciones. Si el día de mañana las mineras dejaran de funcionar, el problema sería gravísismo. Por ahora las mineras están a salvo, por un buen margen.
