Con la serie Lumia, basada en Windows Phone, Nokia quiere recuperar el liderazgo que mantuvo durante los últimos 15 años y que ha perdido en la era de los smartphones. Pero según Reuters, cuatro de los mayores operadores móviles de Europa aseguran que los nuevos teléfonos de la firma finlandesa no están a la altura de iPhone y Android.
“Nadie entra a una tienda y pregunta por un teléfono con Windows Phone“, indicó un ejecutivo de un operador europeo que vende los Lumia 800 y 710 desde diciembre, quien añadió: “Nokia tomó un doble desafío: recuperar su credibilidad en términos de desarrollo de smartphones y lograr éxito con el sistema operativo Microsoft Windows, que está atrasado en el mercado”.
La industria cree que la serie Lumia sería más fácil de vender si corriera bajo Android, a pesar de que Nokia sigue creyendo en su estrategia y afirma que sus teléfonos con Windows Phone fueron lanzados en 42 países, entre ellos los dos que poseen la mayor economía de escala: EE.UU. y China.
No obstante, Apple y Samsung emergen como los protagonistas del mercado. El iPhone vendió 37 millones de unidades en el último trimestre de 2011, en tanto que la línea Galaxy despachó 40 millones de terminales desde Junio de 2010 y se espera que el 3 de mayo se lance el tercero.
Por su parte, Nokia no satisfizo las especulaciones de los analistas, quienes estimaban tres millones de equipos despachados en el primer trimestre de este año. Y no terminó allí su mala racha: la agencia de crédito Moody’s bajó la calificación de la firma por los resultados negativos en el primer trimestre, aunque creen que cambiará la suerte en 2012 cuando Windows Phone se convierta en el tercer sistema operativo móvil, detrás de iOS y Android. Será cuestión de tiempo.