Como parte del informe de ingresos del tercer trimestre de 2024 de Google, Sundar Pichai se refirió al rol que la inteligencia artificial ocupa dentro de la compañía. El CEO afirmó que actualmente más de un cuarto del código empleado es generado por las IA y luego revisado y aprobados por los ingenieros.
De esta manera ha querido destacar el avance en términos de utilidad y confianza que esta tecnología ha tenido durante los últimos años. Google intenta predicar con el ejemplo y convencer a sus clientes que pueden confiar en sus modelos para realizar tareas complejas y delicadas.
El problema de los pioneros
La inteligencia artificial es uno de los desarrollos, sino el desarrollo, que más entusiasmo ha despertado en los últimos años. Sin embargo, lo cierto es que nadie tiene todavía una idea clara de como aprovechar su potencial.
En áreas vinculadas al desarrollo de software las aguas están divididas entre quienes creen que estamos ante una nueva era y quienes esperan una gran decepción a corto plazo. La diferencia entre unos y otros es fundamentalmente el grado de madurez al que creen ha llegado la IA.
El problema de no hacer las cosas
El código generado por las IA tiene varios problemas. El primero de ellos es que a menudo, más allá de completar las tareas asignadas, incluye líneas sin ninguna utilidad o sentido.
Por otro lado, la necesidad de revisar lo producido implica horas de trabajo de los ingenieros, a veces tantas como las que llevaría hacer ellos mismos la tarea.
Finalmente, al no producir el código, los ingenieros, que tienen que pensar y diseñar los sistemas, tienen menos control sobre el material con el que trabajan. También pierden algo de conocimiento sobre el mismo.
Por lo dicho, al destacar el papel que tiene la IA en la producción de su código Google demuestra su confianza en la misma, pero en parte a costo de la confianza en su propia organización.
