Aunque todavía está lejos de la popularidad de Twitter, Mastodon se ha convertido poco a poco en una interesante alternativa para muchos usuarios. El principal motor de su crecimiento ha sido la irrupción de Elon Musk en Twitter y los cambios en las políticas de la compañía que ha impulsado.
Además de tener distintos criterios sobre el manejo del contenido, las redes tienen estructuras y economías diferentes.
Mastodon es una red de código abierto que funciona a partir de instancias individuales (servidores) que pueden comunicarse entre sí. Fue lanzada en 2016 y sobrevive en gran medida gracias a los aportes que recibe a través de su cuenta de Patron. Los más de USD 28 mil aportados de esta manera parecen ser suficientes para sostener su desarrollo.
Ofertas de inversión
El crecimiento de Mastodon no ha pasado desapercibido. Según explica su creador, Eugen Rochko, varias empresas han hecho ofertas de cientos de miles de dólares. El dinero siempre es útil, pero el desarrollador explica que Mastodon opera como una organización sin fines de lucro y esa independencia económica es parte de su atractivo. Por tal motivo todas las oferas han sido rechazadas.
Rochko no quiere que Mastodon termine como Twitter. En su configuración actual, advierte, no puede ser vendida a polémicos multimillonarios, cerrada o caer en la bancarrota.
Límites y libertad de expresión
Un aspecto interesante de Mastodon es que por su configuración permite a cada servidor establecer pautas para la moderación de contenido.
En ese sentido su creador puede darse el lujo de dar un par de lecciones sobre libertad de expresión a Elon Musk. Rochko apunta que el peligro de las plataformas centralizadas es que pueden imponer limites injustos a lo que tu puedes o no puede decir. También señala que ni los periodistas, ni las instituciones gubernamentales deberían depender de una plataforma privada para llegar al público.
