Hace unos días Meta señaló que había llegado a un acuerdo para dar fina a una demanda que Donald Trump había iniciado contra la compañía. La acción legal se produjo luego de que la plataforma suspendiera la cuenta del ahora presidente de Estados Unidos tras sus declaraciones del 6 de enero de 2021. Ese día un enorme grupo de seguidores de Trump atacaron el congreso, golpearon policias y amenazaron con matar al vicepresidente. Los funcionarios tuvieron que formar una barricada para que la multitud no los linchara. Trump fue señalado como un instigador por los mensajes que publicó en esas horas.
Facebook había sido muy reacia a sancionar la cuenta del entonces ex presidente, pero la situación había sido demasiado grave para ser ignorada.
La demanda
En la demanda los abogados de Trump sostuvieron que Facebook, así como otras redes sociales, habían abusado de su derecho a moderar contenido y lo habían censurado. Pero conforme la ley no parecía que tuviera un caso realmente fuerte. Y hasta ahora, Meta, como otras empresas, había preferido pelear en la corte.
El cambio
Los tiempos cambian y las amenaza de venganza y castigo contra los críticos y rivales han sido exitosas. En noviembre Mark Zuckerberg se reunió con el presidente electo. Trump sugirió que debían resolver la demanda, a partir de allí se produjo un proceso de negociación de 2 meses.
El resultado fue un pago de USD 25 millones como compensación. De estos unos 22 irán a la organización encargada de crear la biblioteca presidencial de Donald Trump. Este tipo de emprendimientos son una tradición en EEUU. El resto se destinará a gastos.
El paso de semejante cantidad de dinero en momentos en que las empresa tecnológicas están negociando su lugar durante los próximos 4 años ha despertado muchas sospechas.
