Con el arresto de REvil podríamos creer que Rusia ha dejado atrás la estrategia de los ataques informáticos. Sin embargo este puede ser un pensamiento demasiado optimista. Microsoft ha reportado la presencia de un destructivo malware en los sistemas de varias agencias gubernamentales y organizaciones que colaboran con el gobierno en Ucrania.
Ucrania es uno de los escenarios de conflicto más fuertes de la actualidad desde que el gobierno ruso aprovecho problemas internos para quedarse con una parte de dicho país, la península de Crimea. Recientemente una serie de maniobras cerca de la frontera ha reavivado el temor de una nueva avanzada rusa sobre el país.
Malware como un arma del caos
La idea de un ataque malware antes de una agresión física no supone una táctica novedosa. El objetivo es limitar la capacidad de reacción y coordinación de los gobiernos atacados. Por dicha razón un ataque de gran magnitud aparece como signo de una posible invasión, aunque también puede ser parte de una campaña de desestabilización o espionaje.
Los sospechosos de siempre
El grupo señalado como sospechoso estaría vinculado a los servicios de inteligencia de Bielorrusia. El malware es similar a uno utilizado por un grupo relacionado con la inteligencia rusa. Una de sus características es que se disfraza como un ransomware.
Bielorrusia es una de las naciones más cercanas a Rusia. Su presidente, Aleksandr Lukashenko, gobierna el país desde 1994.