Tal como lo habíamos adelantado la semana pasada, Microsoft concretó este lunes la compra de GitHub. Se trata de la segunda gran adquisición de la compañía desde que está bajo la tutela de Satya Nadella. En 2016 había pagado 26.200 millones de dólares por la red social corporativa LinkedIn.
En este caso, la cifra desembolsada por GitHub fue de 7.500 millones de dólares en acciones de la compañía. La plataforma es uno de los mayores repositorios de código abierto del mundo. Firmas como Apple, Amazon y Google incluso la utilizan para alojar sus proyectos, documentación y códigos completos.
Actualmente hay 85 millones de repositorios alojados en GitHub y son utilizados por 28 millones de desarrolladores de todo el mundo. La plataforma será dirigida por Nat Friedman, fundador de Xamarin, quien reportará al jefe de Cloud e Inteligencia Artificial de Microsoft, Scott Guthrie. El ex CEO y fundador de GitHub, Chris Wanstrath, pasará a ser jefe técnico en Microsoft y también reportará a Guthrie.
Es fácil imaginar por qué Microsoft quería adquirir GitHub. La empresa mató a su propio competidor, Codeplex, en diciembre y ahora es el principal colaborador de GitHub. La firma de Redmond ahora cuenta con más de 1.000 empleados que activamente envían código a los repositorios de GitHub; incluso, su popularidad entre los desarrolladores podría hacer que Microsoft gane la confianza y el respeto que tanto necesitan en el ambiente developer.
“Vamos a acelerar el uso de GitHub por parte de los desarrolladores empresariales, con nuestros canales de ventas directas y socios y el acceso a la infraestructura y los servicios globales de nube de Microsoft”, indicó el CEO de Microsoft, Satya Nadella.
Sin embargo, la confianza y el respeto no serán fáciles de ganar para la firma de Redmond. GitHub, por su parte, no ha escalado bien y ha enfrentado sus propios problemas a lo largo de los años, y existen preocupaciones legítimas que Microsoft tendrá que abordar. GitLab, competidor de GitHub, afirma que ha visto un aumento de 10 veces en la cantidad de desarrolladores que trasladan sus repositorios a su servicio, una señal temprana de que hay algunos disturbios entre los desarrolladores.
“Cuando se trata de nuestro compromiso con el código abierto, deben juzgarnos por las acciones que hemos tomado en el pasado reciente, nuestras acciones de hoy y las del futuro”, subrayó Nadella, en un intento de aliviar las preocupaciones sobre la adquisición.
Pese a las miradas de recelo, hay muchas razones para ver esto como algo positivo para los usuarios de Microsoft y GitHub. Microsoft ha estado impulsando activamente tecnologías de código abierto; se asoció con Canonical para llevar Ubuntu a Windows 10 y adquirió Xamarin para ayudar con el desarrollo de aplicaciones móviles, entre otros movimientos de alto perfil.
Resta saber como será el futuro inmediato de GitHub. LinkedIn se ha mantenido en gran medida como una plataforma independiente, con solo algunas integraciones en el software de Office de Microsoft. La adquisición de Minecraft de Microsoft se ha administrado igualmente bien, y es probable que GitHub necesite mantenerse lo más separado posible para mantener la confianza de los desarrolladores. Sin embargo, podríamos comenzar a ver una integración aún más estrecha entre las herramientas de desarrollo de Microsoft y el servicio.