Microsoft ha comenzado a construir un nuevo tipo de centro de datos que tiene como característica destacada estar hecho de madera. Dicho de una forma más precisa, paneles de madera contralaminados. Las dos nuevas instalaciones se ubican en Virginia, Estados Unidos. La compañía señala que la combinación de dicho material, junto con el acero y el concreto reduce la huella de carbono en un 35% cuando se compara con las construcciones convencionales y 65% cuando se considera el uso de concreto prefabricado.
El anuncio resulta oportuno, dado que la empresa ha tenido varios problemas para cumplir con sus metas medioambientales. Durante 2023 sus emisiones de carbono aumentaron un 29% respecto a 2020. Cabe recordar que Microsoft se había propuesto como meta tener emisión negativa para 2030.
Según la compañía mucho del aumento de las emisiones se debe a la construcción de los nuevos centros de datos.
El problema es la energía
Ahora bien, la construcción de los centros no es un capricho, responde al aumento en la demanda de cómputo. Una buena medida de este aumento está vinculada a la proliferación de los servicios de inteligencia artificial. Microsoft está vinculado a este fenómeno de forma directa, por sus propios servicios, e indirecta, como inversor de OpenAI.
A largo plazo el problema real es el consumo de energía. No por nada las empresas se están apurando para conseguir sus propias fuentes. Y si son de opciones no contaminantes mejor.
Costo y beneficio
Las láminas de madera empleadas son más costosas que el acero y concreto. Son mucho más resistentes al fuego de lo que se podría esperar. Los mejores resultados se obtiene cuando se la combina con una capa de concreto como refuerzo.