Microsoft y Samsung tenían un trato, pero Samsung renegó del acuerdo una vez que la empresa fundada por Bill Gates concretó la adquisición de Nokia. De esta manera, se dio fin a una tregua de tres años en una guerra de patentes que tiene a ambas compañías como protagonistas.
El viernes pasado, Microsoft presentó una demanda contra la empresa de origen surcoreano señalando que había roto las promesas realizadas durante 2011. Samsung se había comprometido a pagar a Microsoft una tasa de licencia por cada smartphone y tablet basados en Android y por sus ventas de laptops Chrome OS.
Hasta la compra de Nokia, Samsung había pagado regularmente las sumas acordadas. Claro que la situación ha cambiado con el tiempo. Desde 2011, cuando comenzó el acuerdo, la empresa creadora de los Galaxy ha pasado de vender 82 millones de smartpones a vender unos 314 millones.
Microsoft le ha pedido a las autoridades judiciales que fuercen a Samsung a cumplir con lo pactado tal como se estaba llevando a cabo hasta el momento. La empresa señala que Samsung ha utilizado la operación con Nokia como una excusa para terminar de cumplir con el acuerdo. Una posibilidad es que Samsung esté apuntando a renegociar los términos.
Samsung ha tenido que lidiar con el peso de su éxito en numerosas ocasiones. Es uno de los blancos más populares a la hora de las demandas por patentes. En 2011, Apple acusó a la empresa de copiar el iPhone. Un año más tarde, un jurado señaló que, según documentos internos, la empresa en efecto había cambiado sus diseños para imitar los de su competidora. Samsung tuvo que pagar unos US$ 890 millones.
La compañía surcoreana también ha batallado con empresas asociadas a Microsoft a pesar del acuerdo establecido con este empresa. Uno de los casos más conocidos es el del consorcio Rockstar. En el grupo se encontraban Apple, Microsoft, Sony y BlackBerry. Google ha tratado de contra atacar para evitar los problemas que enfrentan sus socios en el mercado Android, pero hasta ahora no ha tenido éxito.
Fuentes: Dailytech