Windows XP es uno de los sistemas operativos más usados de la historia. Lanzado en 2002, su usuarios lo conservaron a pesar de la llegada de Windows e Vista en 2007, que exigía mejor hardware y no era tan estable como parecía. Recién en agosto de 2012, el uso de Vista superó al de XP y sus actualizaciones de seguridad terminaban a mediados de 2014.
Pero la firma de Redmond ahora decidió extender las updates para XP hasta el 14 de julio de 2015, en gran parte porque el porcentaje de adopción del SO “vintage” sigue siendo bastante alto: 28,98 por ciento en diciembre de 2013. Y muchas empresas aún no han comenzado sus planes para migrar hacia una plataforma más actual.
Estas actualizaciones de seguridad afectan a varios productos de Microsoft, como Security Essentials, System Center Endpoint Protection, Forefront Client Security, Forefront Endpoint Protection y Windows Intune para usuarios corporativos. No obstante, la firma prometió seguir trabajando con sus clientes para cooperar en la migración.
“El primer mes que Microsoft lance actualizaciones de seguridad para las versiones soportadas de Windows, los atacantes harán ingeniería inversa sobre ellas, hallarán las vulnerabilidades y las testearán para ver si XP también las posee“, indicó Tim Rains, director de Microsoft’s Trustworthy Computing group.
Además, el ejecutivo añadió que en caso de encontrarlas, “los atacantes intentarán desarrollar un exploit que pueda tomar ventaja de esas vulnerabilidades en Windows XP“. Y remató: “Ya que una actualización de seguridad para solucionar esas vulnerabilidades nunca estará disponible para Windows XP, tendrá por siempre una vulnerabilidad Zero-Day”.
Fuente: Telegraph