Microsoft se ha comprometido ha remover todo el dióxido de carbono que ha generado hasta ahora antes de que termine el año 2050.
No se trata de un comunicado mal redactado por algún interno, o las palabras de un ejecutivo que bebió de más durante una reunión informal con periodistas. Microsoft no solo tiene planeado dejar de emitir este tipo de gases, también espera implementar tecnología que le permita capturar cantidades adicionales de dióxido de carbono.
Presente y futuro
Microsoft es considerada una empresa neutral, sin emisiones, desde 2012.
Para ello ha tenido que invertir en fuentes de energía renovables pero también adquirir compensaciones. Las compensaciones son algo así como cuotas de emisión que un país u organización no emplea y pone a la venta.
Por lo dicho la situación de Microsoft, aunque elogiable, no es perfecta. La tecnología necesaria para alcanzar las emisiones cero es todavía costosa y de difícil acceso.
Esta es la razón por la que Microsoft planea invertir unos USD mil millones durante los próximos 4 años, y mejorar así sus capacidades de reducción, captura y remoción de dióxido de la atmósfera.
Para 2025 la empresa espera que todas sus fuentes de energía sean renovables.
Reparaciones
El mayor problema reside en que todavía no existe una solución adecuada. Capturar una tonelada de dióxido de carbono del aire cuesta unos USD 600. Lo que supone que para remover el total de emisiones producidas por Microsoft durante este año serían necesarios USD 9.600 millones.
Brad Smith, presidente de la compañía, ha señalado: “La tecnología que necesitaremos para resolver el problema no existe hoy, no al menos de una manera que sea asequible y efectiva como el mundo la necesita”.
La captura de dióxido ha recibido críticas porque se teme que quite presión sobre las empresas que contaminan.
Microsoft también deberá revisar sus tratos con empresas de combustibles fósiles, como es el caso de Chevron. Los empleados de la compañía ya han comenzado a presionar para que estos vínculos se terminen.