El título es un tanto contradictorio y seguro muchos se preguntarán ¿Cómo? Si Android es de Google, ¿qué tiene que ver Microsoft con esto? Resulta que la empresa fundada por Bill Gates, que supo hacer uso de desarrollos de terceros sin preocuparse demasiado por los derechos de autor, sí hace un especial énfasis en que nadie use nada creado por ellos sin pagar las regalías correspondientes.
Recordemos que no hace mucho la corte suprema estadounidense condenó a Microsoft a pagar US$ 290 millones por daños y perjuicios a la empresa canadiense i4i, por haber usado sin permiso su tecnología para editar XML en Word 2003 y 2007. De hecho, ese mismo fallo impide a Microsoft seguir comercializando esas versiones del editor de textos.
Eso sí, cuando la situación se da a la inversa, los de Redmond no pierden el tiempo y salen volando a reclamar por sus regalías. La cosa es que en el desarrollo de Android habría tecnologías pertenecientes a Microsoft, y a partir de ahí la empresa presionó para llegar a acuerdos con unos 9 fabricantes de smartphones, entre los que podemos contar a HTC, Acer y ahora Samsung, para que les paguen por cada equipo vendido un monto de 5 a 15 dólares, dependiendo del fabricante.
La situación es casi novelesca, ya que indirectamente Google le podría estar aportando millones de dólares a Microsoft para que ésta reinvierta en su sistema operativo móvil, y competirle mejor a Android, generador de estos millones.
Pero la cosa se complica todavía más para Google, ya que con estas restricciones de patentes pierde la posibilidad de brindar un soporte absoluto del sistema operativo hacia los fabricantes, y se relega también uno de los beneficios más importantes de Android: el ser gratuito. Considerando que, por ejemplo, Samsung deberá pagar US$ 15 por cada aparato que fabrique con Android, resulta lógico que ante el mínimo problema se decidan por otra opción…. ¿Windows 7? (risa malvada).
Y en el medio Google compró a Motorola. ¿Qué saldrá de todo esto? Sólo el tiempo lo dirá.