La segunda jornada del Mobile World Congress no fue tan estruendosa como la primera, repleta de novedades de los principales jugadores del mercado, quienes intentaron atraer la atención de los más de 75.000 asistentes proyectados para esta edición del evento. Samsung, LG, Sony, HTC, Nokia y otras marcas mostraron su artillería para este año.
En este martes, los ojos del mundo móvil estuvieron puestos en BlackBerry que, a pesar de su trastabillado presente, sigue peleando para conseguir un lugar de privilegio dentro de la industria. Samsung también presentó algunas novedades y surgieron noticias de algunas otras marcas no tan conocidas. Veamos los hechos más trascendentes.
- BlackBerry no está muerto. La firma canadiense pasó por demasiados problemas el año pasado y terminó convirtiéndose en una empresa privada, alejándose de Wall Street. Pero todavía hay luz al final del túnel. John Chen, CEO de la firma, presentó el Z3, el primer fruto de la colaboración entre la firma canadiense y el ensamblador chino Foxconn. Tendrá pantalla de 5, sistema BlackBerry 10 2.1 y 3G, y su principal foco serán los países emergentes: costará unos 200 dólares y se lanzará primero en Indonesia el mes próximo. Además, presentaron el Q20, con teclado físico, track pad y pantalla de 3,5″. Se develará a mediados de año.
- Samsung y su pulsera deportiva. Luego del Gear, Samsung se mete nuevamente en el terreno de los Wereable Devices. La Gear Fit es un brazalete con una pantalla AMOLED curva de 1,84 pulgadas (432 x 128p). Se comunica con el smartphone para recibir mensajes y notificaciones (SMS, mails, redes sociales, etc.), pero también incorpora funciones deportivas: podómetro, tracker de ejercicios, monitor de ritmo cardíaco, “Sleep tracker” (controla las horas de sueño), cronómetro y temporizador.
- Una más del S5. El flagship de Samsung fue la gran estrella del Mobile World Congress. Y tiene todo lo que se espera de un tope de gama. La versión anunciada del S5 tenía un procesador de cuatro núcleos, pero Samsung tenía un as guardado bajo su manga: tal como ocurrió con el S4, habrá un modelo equipado con el potente Exynos octa-core, aunque quizás sólo esté disponible para el mercado surcoreano.
- El teléfono “anti-NSA”. Además de los lanzamientos de las grandes marcas, también hubo espacio para el Blackphone, un equipo que privilegia la privacidad y es inmune a los intentos de espionaje. Es un equipo basado en Android que tiene una capa llamada PrivateOS, que se encarga de acceder mediante una VPN cuando se realizan llamadas, envian mensajes, navega por Internet, chatea, etc. Tiene pantalla HD de 4,7″, procesador quad-core, 2GB de RAM, cámaras de 8 y 1,3 MP, LTE y 8GB de almacenamiento. Costará 629 dólares.
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