Netflix ha anunciado la creación de un estudio propio para el desarrollo de videojuegos. La compañía de streaming de películas y series ha incursionado hace un tiempo en el mundo de los videojuegos. Para ello ha adoptado una estrategia de compra. En esta ocasión parece querer empezar de cero.
La persona elegida para liderar este nuevo proyecto es Mark Lastikka, que anteriormente había trabajado como ejecutivo de Electronic Arts y fundado Zynga.
Netflix espera pisar fuerte en la industria. Según el VP de la división dedicada a los videojuegos el objetivo es tener un estudio de clase mundial. Amir Rahimi ha prometido una vibrante variedad de juegos originales, sin avisos o adicionales por compras.
Problemas de popularidad
En abril Netflix anunció la pérdida de unos 200 mil suscriptores. Problemas con el manejo de la programación han dejado a muchos de sus clientes insatisfechos o incluso molestos. Netflix es famosa por cancelar cualquier show que no alcanza los números esperados. Y no hablamos de completos fracasos. Incluso producciones que han sido número uno en varios países durante semanas pueden no recibir una confirmación para una segunda temporada. Tal es el caso de The Sandman.
Los juegos como solución
En medio de esta situación Netflix vuelve su mirada una vez más a los videojuegos. Un espacio con el que en su momento dijo se sentía en competencia, pero con el que también ha tenido una relación muy beneficiosa.
Como hemos mencionado anteriormente, varias de sus producciones están relacionadas con los juegos. Es el caso de Arcane, DOTA: Sangre de Dragon y más recientemente Edgerunners. También existen planes para una serie basada en la saga Assassin’s Creed.
Netflix sabe que hay algo que puede aprovechar, pero todavía no sabe bien qué ni cómo. Lo cierto es que muy poca gente juega los juegos de Netflix. Es posible que el acento puesto en el mundo mobile no le esté ayudando, pero nadie le garantiza a la empresa que una producción para PC o consolas sea mejor recibida.