Tal como indica The Verge en su artículo al respecto, Nintendo puede no haber tenido mucho que ver en el desarrollo de Pokémon Go, pero eso no le ha impedido sacar un buen rédito al éxito del popular juego para móviles. Según indicó la compañía este viernes, el furor causado por la aplicación impulsó las ventas de la consola portátil 3DS y de juegos antiguos de la franquicia Pokémon.
En Estados Unidos, la 3DS fue la plataforma física de juegos más vendida de julio, mientras que Pokémon Omega Ruby y Alpha Sapphire (originalmente lanzados en 2014) se dispararon hacia el top 10 de ventas, en lo que re representa un salto del 80% con respecto a igual periodo de 2015. Según Nintendo, este “viento de cola” incluso a impulsado las ventas de juegos más antiguos, como Pokémon X y Y, lanzados en 2013 y que han registrado un salto en ventas de 200%. Vale destacar que el juego más vendido de julio en Norteamérica fue Monster Hunter Generations, exclusivo de 3DS.
Para Nintendo, este incremento está dado debido “a la positiva recepción que ha tenido Pokémon Go, la cual renovó el interés en la franquicia Pokémon y en los productos de Nintendo”. Inicialmente, el éxito de la app provocó un meteórico ascenso en las acciones de la firma nipona, llegando a su punto más alto en décadas; pero cuando los inversores descubrieron que su participación en el desarrollo era solo de la tercera parte, las expectativas se vinieron a pique.
La empresa se vio forzada a emitir un comunicado donde admitía el impacto limitado en su negocio del éxito de Pokémon Go. Sin embargo, no esperó el efecto colateral de la pokemanía, que ha puesto a sus consolas móviles nuevamente en el centro de la escena. Incluso, todo parece indicar que el ritmo de ventas de mantendrá estable, ya que dos nuevos títulos de Pokémon para 3DS, Sun y Moon, llegarán al mercado en noviembre.