MIE, 19 / MAR / 2014

NSA puede grabar y almacenar todas las llamadas de un país

Así lo revelan nuevos documentos filtrados. Una herramienta permite a la agencia reproducir y analizar las conversaciones hasta un mes después de haber sido grabadas.

Asistimos a un nuevo capítulo en el escándalo que tiene como protagonista excluyente a la Agencia de Inteligencia de Estados Unidos (NSA). Nuevos documentos filtrados por el ex contratista Edward Snowden, hoy asilado en Rusia, y divulgados por The Washington Post, revelan que aquel organismo es capaz de grabar y almacenar todas las llamadas de un país extranjero.

Denominado “Mystic”, este programa de espionaje data del año 2009. Cuenta con una herramienta de nombre “Retro” que permite analizar llamadas hasta un mes después de haber sido grabadas. Por el amplio espectro del sistema, se indica que puede reproducir las llamadas de cualquier persona “incluso cuando ésta no haya sido sido elegida con anticipación para someterla a vigilancia”, permitiendo recuperar grabaciones que en primera instancia no parecían relevantes. Consultada por la publicación estadounidense, una persona vinculada comparó el proyecto con una máquina del tiempo.

En 2011 el sistema de vigilancia alcanzó su plena capacidad al interceptar las llamadas de un país específico, el cual no es precisado en el informe. Se indica que la NSA grabó las conversaciones telefónicas de aquella nación durante treinta días, almacenándolas en un archivo que elimina automáticamente los datos más antiguos al tiempo que van sumándose nuevos.

Tal como indica Univisión, “los documentos filtrados muestran el sarcasmo con el que los agentes de la NSA presentan en sus documentos internos el programa: en este caso, el proyecto ‘Mystic’ está representado por un mago con un bastón que en su extremo tiene un teléfono móvil”.

mystic

Sin referir en forma específica a esta información, Caitlin Hayden, vocera de la NSA, dijo que Estados Unidos debe recoger este tipo de datos con el fin de identificar “nuevas o emergentes amenazas, a menudo ocultas dentro del complejo sistema de modernas comunicaciones globales”.

FuenteThe Washington Post

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