Asistimos a una nueva entrega del escandaloso culebrón que tiene como protagonista a la NSA, la Agencia Nacional de Seguridad de Estados Unidos. Documentos filtrados por el ex agente Edward Snowden dieron cuenta de numerosas maniobras de espionaje a cargo de aquel organismo creado en 1952 por Harry Truman, entre ellos la capacidad de grabar y almacenar enteramente las llamadas de un país, la intercepción de routers que luego llegan a los hogares de los consumidores, e incluso el uso de apps populares como Angry Birds para conocer los movimientos de usuarios móviles alrededor del mundo; todo ello a fin de controlar a organismos gubernamentales, hombres de política y empresas alrededor del mundo, además de particulares.
Ahora, The New York Times echa luz sobre nuevos documentos filtrados por Snowden en 2011, los cuales revelan que aquella agencia intercepta a diario millones de imágenes de rostros que circulan en redes sociales, videoconferencias, correos electrónicos, mensajes de texto, etc. Según señala la publicación estadounidense, NSA utiliza programas de reconocimiento facial con fines de inteligencia, en el marco de una práctica extendida durante los últimos cuatro años. Anteriormente, The Guardian había indicado que NSA había interceptado fotografías de usuarios de Yahoo tomadas con las cámaras frontales de sus computadoras. Los documentos sobre los cuales ahora echa luz NYT señalan que las imágenes interceptadas, “millones al día”, revisten un gran potencial sin explotar.
Según anota El País de España, la ley de Estados Unidos no establece una protección específica de privacidad en las imágenes que incluyen rostros. En lo que supone una suerte de vacío legal, la recolección de imágenes de estadounidenses requiere una aprobación de los tribunales, aunque no las que circulan en comunicaciones entre estadounidenses y extranjeros. The New York Times consultó a una portavoz de la NSA, quien evitó hacer comentarios en torno a la recolección de imágenes de ciudadanos extranjeros en Estados Unidos; tampoco reveló (ni ha desmentido) si aquel organismo recoge y analiza imágenes de redes sociales.
Fuente: The New York Times