Tras un buen número de rumores y filtraciones (ver aquí y aquí), el Samsung Galaxy S8 Active fue presentado en forma oficial. Se trata de la edición robusta y resistente del insignia del fabricante, lo cual es ya una costumbre. Por mencionar ejemplos recientes, el Galaxy S7 de 2016 y el Galaxy S6 de 2015 también tuvieron su variante Active.
También es usual que la línea Active debute en el mercado estadounidense y de la mano de AT&T. Para este año, Samsung dijo que será exclusivo de dicha operadora aunque por un tiempo limitado. Esto quiere decir que en un tiempo podrá ser ofrecido por otros canales, más allá de los de AT&T.
El Galaxy S8 Active no cuenta con una pantalla curvada, si se lo compara con sus compañeros de serie (S8 y S8+); llega con una Super AMOLED de 5.8 pulgadas con resolución Quad HD. Su cuerpo es en evidencia más robusto, y su cara posterior cuenta con una superficie rugosa.
Incluye las señas clásicas de los Active: pantalla con alta resistencia a rallones, y la capacidad de soportar caídas de hasta 1.5 metros (su resistencia es de grado militar); además de una batería más robusta, que en este caso es de 4,000mAh. Al igual que el S8 y el S8+, cuenta es resistente al agua y al polvillo. También agrega lo que Samsung denomina “Activity Zone”, una app destinada para el público al que va dirigido principalmente este producto: deportistas y aventureros. Allí se reúnen una linterna, brújula, barómetro, cronómetro, y más.
Por lo demás, emula las características de los S8. En este caso un procesador Qualcomm Snapdragon 835, 4GB de RAM, 64GB nativos expandibles, presencia de Bixby, lector de huellas, y Android Nougat.
Fuentes: Phone Arena, CNBC