OpenAI la compañía detrás de ChatGPT tiene planeado dejar de ser una empresa sin fines de lucro. Como parte del cambio, su CEO, Sam Altman, recibirá un 7% de participación accionaria. OpenAI espera recibir una nueva ronda de inversiones que haría que la empresa acumulara un valor cercano a los USD 150 mil millones.
El cambio
Originalmente OpenAi fue planteada como una empresa sin fines de lucro cuya misión era desarrollar la tecnología de inteligencia artificial para toda la humanidad, sin estar atada a las exigencias de un retorno financiero. Esta fue la declaración realizada en su fundación en 2015.
El nuevo esquema sería el de una corporación de beneficio público, lo que implicaría que el objetivo sería producir beneficios para el conjunto de la sociedad dentro de una economía sostenible. Una sección de la empresa mantendría el motivo sin fines de lucro.
¿Confuso? También lo es para nosotros. Mucho de esto sin dudas será un poco más claro cuando ocurra, si acaso no termina siendo solo un rumor.
¿Nuevo rumbo o más de lo mismo?
OpenAI nunca ha hecho honor a su nombre. Mucha de la información del desarrollo de los modelos de inteligencia artificial sigue siendo un secreto. Por otro lado, el compromiso para desarrollar una tecnología segura no parece haber sido honrado apropiadamente.
Consecuencias
El cambio hacia una empresa con fines de lucro puede ser la causa de la salida de algunas figuras claves o bien ambos hechos ser parte de un mismo cambio. Lo cierto es que durante los últimos días Mira Murati, la CTO, ha renunciado a su cargo. Poco después Bob McGrew, jefe de investigación y Barret Zoph, vicepresidente de investigación decidieron dejar la empresa.
El vínculo entre estos tres cargos es evidente.
Todo es normal, aun lo que no es normal
Altman se ha referido al respecto: “Mira, Bob y Barret tomaron estas decisiones de forma independiente y en términos amigables (…) El momento en que Mira tomó la decisión hacia que tuviera sentido hacer todo esto al mismo tiempo, así podíamos trabajar juntos para el traspaso a la nueva generación de lideres”.
Los desacuerdos entre algunos ejecutivos y Altman han sido notorios en varias ocasiones. Incluyendo en su momento el breve despido del CEO.
Todos los reemplazos provienen de la misma organización.
Altman insiste en que los cambios realizados son parte del devenir normal de las compañías. Sobre todo de aquellas que crecen tan rápido. Aunque no es común un cambio tan abrupto, Altman apunta que OpenAI no es una empresa normal.
Los ex empleados señalaron que sus motivaciones eran personales y confirmaron su confianza en la compañía. Cabe recordar que hasta hace poco la empresa mantenía un acuerdo que prohibía a los empleados salientes criticarla. Al hacerse público Altman manifestó su total sorpresa.