Cada vez que Google publica las estadísticas relativas a la distribución de las distintas versiones de Android, nos vemos tentados a decir lo evidente: que aquel es un universo fragmentado. Los datos recabados durante los primeros días de diciembre revelan que versiones como Gingerbread (que se lanzó en 2010) aún tienen una cuota de participación; y que la versión más flamante, Android Oreo, tiene un porcentaje bajísimo.
Phone Arena establece aquí la (¿odiosa?) comparación: iOS 11 ya corre en el 60 por ciento de los dispositivos móviles de Apple. Por su parte y con las diferencias del caso (fundamentalmente el hecho de estar “disperso” en productos de muchos fabricantes), Android Oreo tiene al momento una brevísima participación del 0.5 por ciento. El informe de Google incluye solamente la versión 8.0; la 8.1 recién salió al ruedo y no aparece en el listado.
El crecimiento para Oreo es lento: en noviembre tenía una cuota del 0.3 por ciento. Siguiendo a la mencionada fuente, el real incremento se espera ver hacia marzo o abril cuando más fabricantes liberen las actualizaciones para sus smartphones.
Como se puede ver en el siguiente gráfico, la escena es dominada por Android Marshmallow, que ostenta una cuota cercana al 30 por ciento. Lollipop y Nougat le siguen de cerca. A fin de cuentas, la escasa adopción de Android no extraña, pues es algo que ya le ocurrió a versiones anteriores del sistema operativo móvil de Google durante los primeros meses de despliegue.
Por Uriel Bederman