El uso de los drones es cada vez más extenso y variado. En el caso de la ciudad de Nueva York se los ha comenzado a emplear para detectar tiburones y nadadores en problemas. Es fácil imaginar que la cobertura que ofrecen estos dispositivos mejora notablemente la capacidad de quienes tienen que encargarse de la seguridad.
Los dispositivos tienen balsas inflables que pueden dejar caer sobre los nadadores en peligro. Aunque todavía no se ha producido un rescate con estos ingenios, ya se ha detectado un tiburón y cerrado temporalmente la playa como prevención.
No todos están felices
Pero no todo el mundo está feliz, ¡Siempre hay quien que se opone al uso de la tecnología! En este caso son los pájaros los que han manifestado su oposición desde un primer momento. No lo han hecho con cartas al ayuntamiento, sino hostigando a los drones y gritando quien sabe que improperios.
Según explican los expertos los animales creen estar defendiendo a sus crías de posibles depredadores. Sin embargo, ningún pájaro ha sido lastimado y ningún drone se ha comido a un polluelo. Hasta donde sabemos. Los principales alborotadores son los ostreros americanos. Pájaros que se dedican a buscar ostras en las playas arenosas.
Con algo de paciencia se harán amigos
Los operadores de los drones han tomado nota de los incidentes y, luego de localizar los nidos de las aves, han cambiado las rutas de vuelo de los dispositivos. Esto ha llevado a una reducción de los ataques, pero no los ha detenido.
Se espera que con el tiempo los animales se habitúen a los drones cuando se den cuenta deque no son una amenaza para ellos ni sus crías. Sin embargo, también existe el riesgo de que los animales decidan abandonar las playas donde estos artefactos funcionan.