Los vehículos automatizados son muy probablemente un fenómeno que crecerá notablemente en los próximos años. Varias empresas han apuntado a la creación de flotas de taxis animadas por esta tecnología. Sin embargo el negocio en sí todavía está a prueba, tanto a nivel monetario como técnico. Si te tomas un taxi robot debes ser consciente de que eres un usuario pionero (early adopter). Y eso suele tener algunos riesgos.
Vueltas y vueltas
La historia de Mike Johns sirve como ejemplo. Este hombre iba al aeropuerto de Arizona y decidió llamar a un taxi robot de la compañía Waymo. El vehículo llegó y el pasajero tomó su sitio. El viaje comenzó de forma normal. Sin embargo cerca de un estacionamiento el sistema pareció confundirse y comenzó a dar vueltas alrededor. Johns llegó a considerar la posibilidad de que había sido la víctima de una broma, que el vehículo había sido hackeado.
El desafortunado pasajero llamó al servicio de atención al cliente de la compañía. Explicó que podía perder un vuelo y además había comenzado a sentirse mareado por las maniobras del auto. El empleado de Waymo le explicó que no tenían forma de detener el vehículo de forma remota. Luego sugirió que intentara detener el viaje desde la aplicación del servicio.
Un final feliz y alguna explicación
Afortunadamente el problema fue resuelto, aunque Johns, que documentó lo ocurrido en un video, no aclara cómo. El vehículo llevó a su pasajero hasta el aeropuerto a tiempo para que tomara su vuelo. Waymo ha aclarado que no ha cobrado por ese viaje. La compañía explica que el defecto por el que el vehículo comenzó a dar vueltas ya ha sido atendido en una actualización regular.
Ahora bien, podrías pensar que para evitar los problemas que tiene una tecnología aún en desarrollo basta con no usarla. Pero como hemos visto antes, siempre hay una manera de que las cosas salgan mal.
Flota de taxis robot brinda concierto de bocinas a la madrugada
