LUN, 7 / OCT / 2024

Planta artificial mejora el aire más que una natural y además genera energía

Un grupo de científicos ha creado una planta artificial con componentes biológicos que se alimenta de dióxido de carbono. En un futuro esperan que pueda cargar un smartphone.

Las plantas siempre le dan un toque de vida a los interiores. Un detalle de suma importancia considerando la gran cantidad de tiempo que se pasa en el hogar y en trabajos dentro de un edificio. Para muchos las plantas artificiales, aunque se ven muy bien, no ofrecen lo mismo que las reales. Para un grupo de científicos de la Universidad de Binghamton podrían brindar incluso más beneficios. Claro está que no hablamos de la conocida planta de plástico.

Pandemia y curiosidad creativa

Los investigadores habían estado trabajando en unas baterías basadas en el aprovechamiento de las bacterias. Luego pensaron que sería interesante crear plantas artificiales que se alimentaran del dióxido de carbono y a cambio ofrecieran oxígeno y algo de energía.

Según explican, con la pandemia quedó aún más claro la importancia de la calidad del aire. Simplemente en el acto de respirar los seres humanos generamos dióxido de carbono. Y obviamente al cocinar el consumo de oxígeno es mayor.

Las plantas artificiales creadas por los investigadores fueron primero un acto de curiosidad creativa. Pero al ver su funcionamiento se dieron cuenta del potencial que tenía la idea.

Funcionamiento

Cinco células solares de naturaleza biológica se combinan con bacteria para la fotosíntesis para producir una hoja artificial. Con 5 de estas hojas se creó la primera planta.

La unidad genera unos 140 microwatts, pero la idea es llevar la producción a más de 1 miliwatt. También agregar un sistema de almacenamiento. En el mejor de los casos, la energía generada debería bastar para cargar un teléfono o algún otro consumo equivalente. Los científicos creen que en el futuro estas plantas artificiales podrían ser parte del sistema energético de los hogares.

En lo que se refiere al cambio en el aire, el proceso también consume oxígeno. Sin embargo, en el balance con el oxígeno producido el resultado es favorable. La planta artificial ha logrado en las pruebas una reducción de las partículas de dióxido de 5000 a 500ppm (partes por millón), mientras que ha aumentado el oxígeno de 13,2 a 22,9 ppm. Todo esto ocurrió en un ciclo diurno-nocturno de 12 horas. Esto supone un 90% de reducción, mucho mejor que el 10% que consiguen las plantas naturales.

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