La “lucha contra la piratería” está alcanzando límites que rozan lo ridículo, con medidas tan cuestionables que generan dudas respecto a si no pueden resultar aún más ilegales que la piratería en sí misma.
El principal problema que están teniendo actualmente los abogados patrocinantes de las empresas afectadas es que por las vías consideradas “legales” no han obtenidos resultados contundentes. Basta con hacer un breve repaso por la actualidad de casos como el cierre de MegaUpload (que no hizo otra cosa que potenciar el uso del P2P y la aparición de su reemplazo: MegaBox), o el destino de acuerdos como ACTA, para darnos cuenta que la solución no está en reprimir.
Pero como parece que las únicas que no entienden la realidad son las empresas y sus patrocinadores, que insisten con tomar medidas inverosímiles. Una de ellas es la que llevará adelante el estudio de abogados alemán Urmann, que asegura que a partir del 1 de septiembre harán públicos los datos personales de todos los usuarios que de alguna manera (y a su criterio) hayan infringido los derechos de autor de sus clientes (la mayoría productores de videos pornográficos,según el diario Der Spiegel), y todo sin pasar por tribunales en una especie de “justicia por mano propia” al mejor estilo Charles Bronson.
Pero lo insólito no termina acá. Según se supo, entre los miles de usuarios que serán sometidos al “linchamiento público de Urmann“, se encuentran iglesias, comisarías y (lo más extraño) embajadas de países árabes. Según se insinuó desde este bufete, la lista de lo que ellos denominan “enemigos de la web” superaría las 150.000 personas.
¿Pero es legal todo esto? Según el estudio sí, porque se basan en una sentencia de 2007 que dictaminó como lícito el hecho que las firmas de abogados publiquen los nombres de los demandados por sus clientes, como método para hacer publicidad de sus servicios. Claro que acá no hablamos de publicidad (¿o sí?), y habría que analizar si toda la lista de “escrachados” tiene efectivamente una demanda iniciada por los patrocinados.
No es la primera vez que la firma Urmann acude a prácticas cuestionables en su “afán por atacar a la piratería“. En 2011 también fue noticia cuando inició una subasta para vender al mejor postor una lista de 70.000 usuarios que hacían “uso ilegal” del sistema de intercambio de archivos.
Dejamos en claro que no estamos a favor de atentar contra la propiedad intelectual de los que trabajan día a día para producir contenidos e intentan vivir de ello, pero medidas como ésta flaco favor le hacen a encontrar una solución efectiva a la problemática.