Bien sabemos que la tecnología de carga eléctrica wireless no podía agotarse solamente en los smartphones, y Corea del Sur lo demostró.
Allí justamente comenzaron a prestar servicio las nuevas unidades de transporte colectivo de pasajeros eléctricas, llamados OLEV (u Online Electric Vehicles). Se trata de colectivos que reemplazan sus tradicionales motores de combustión fósil por motores eléctricos, pero que solamente cuentan con una pequeña batería de una tercera parte del tamaño que la de un auto eléctrico promedio.
Obviamente, con métodos normales el vehículo debería parar a repostar varias veces, pero esto se evita de una forma simple: el sustento local de electricidad mediante esa batería es solamente una parte del sistema, ya que estos colectivos que iniciaron su servicio en la ciudad de Gumi reciben el resto de la energía necesaria de una red subterránea de cables que salva unos 20 cm de distancia y carga las unidades de forma inalámbrica.
Esta tecnología se denomina SMFIR (Shape Magnetic Fields in Resonance), y se vale de campos magnéticos que transmiten la electricidad desde el suelo hasta el fondo del autobús. En el caso particular de los vehículos surcoreanos, tienen recorrido de alrededor de 24km, de los cuales solamente el 15% del asfalto está “electrificado”.
Por su puesto, hay métodos similares existentes, pero la particularidad de SMFIR es que requiere de menor inversión, ya que los cables subterráneos se instalan solamente en algunos tramos, y es exclusivamente en esos tramos en los cuales la unidad recarga, para continuar por el resto de su camino. Por otra parte, no resulta nocivo para los pasajeros, ya que cumple con las normas de exposición EMF tolerables.
Además de Corea, esta tecnología se podrá ver proximamente en el Aeropuerto de Kuala Lumpur, y en la localidad de Park City, en el estado de Utah, EEUU.