El miercoles Mark Zuckerberg se disculpó con un grupo de padres que acusaban a Instagram de haber sido un factor clave en el suicidio o el abuso sufrido por sus hijos. La declaración se produjo en el senado de los Estados Unidos luego de que el legislador Josh Hawley presionara al empresario en varias oportunidades. Las palabras del Zuckerberg fueron las acostumbradas en estos casos: “Lamento todo lo que han tenido que soportar. Es terrible. Nadie debería pasar por las cosas que sus familias han tenido que sufrir”.
Hawley previamente le había preguntado a Zuckerberg a quien había despedido cuando vio lo que sucedía. Zuckerberg pareció incómodo con la pregunta. El senador estadounidense pareció conforme con el mal momento que pasaba el CEO de Meta y concluyó que no había hecho nada al respecto.
El intercambio pareció más una demostración pública y política del legislador que un examen del ejecutivo. Pero siendo justos la evidencia obtenida hasta ahora apunta a que efectivamente Meta ha hecho poco por corregir el papel nocivo que sus redes ejercen en la salud mental de los jóvenes.
Meta entre otras, pero especialmente Meta
Meta no fue la única empresa cuestionada. TikTok, Discord, Snap y X recibieron también fuertes críticas. Nada de esto fue sorpresivo.
Lo que empeora especialmente el caso de Meta es que documentos internos han exhibido el nivel de conocimiento que tenían los empleados y ejecutivos sobre la problemática de la salud mental y el abuso infantil. También aparecen muchas críticas internas por la inacción ante estas amenazas.
A todo esto hay que agregar la acusación de varios estados contra la empresa por considerar que sus redes sociales utilizan mecanismos de manipulación psicológica para mantener a los menores enganchados.