Un reciente reporte de la organización Tech Transparency Project revela que varios proveedores chinos de Amazon están vinculados a campos de trabajo forzado en la región de Xinjiang.
En Xinjiang China ha instalado varios centros de reeducación. Estas instalaciones tienen como propósito detener a los miembros de la minoría étnica Uygur, por lo general musulmanes, y separarlos de su cultura y religión.
Según el reporte unas 5 empresas relacionadas con la compañía estadounidense habrían estado utilizando mano de obra de los campos.
Respuesta
Erika Reynoso, vocera de la compañía, apuntó al respecto: “Amazon se atiene a las leyes y regulaciones en todas las jurisdicciones en las que opera y espera que sus proveedores cumplan con los estándares de su cadena. También se toma con seriedad las acusasiones de violaciones a los derechos humanos, incluyendo las relacionadas con el uso de trabajo forzado. Cuando ha recibido pruebas sobre esto ha actuado”.
Los autores del informe afirman que el descubrimiento exige preguntarse hasta que punto las gigantes tecnológicas controlan las empresas con las que trabajan. La postura de la empresa es clara, pero los hechos marcan otra realidad.
Dos de las empresas denunciadas, Luxshare Precisión Industry y AcBel Polytech también son asociadas de Apple.
Una práctica común
Apple y Amazon no son las únicas empresas internacionales que se benefician, lo sepan o no, del trabajo forzado en campos de reeducación. Otras firmas involucradas son Adidas, Gap, Zara, Microsoft, Nike y Sony. Amnistía Internacional calcula que hay un millón de personas detenidas y utilizadas como trabajadores.
Los Estados Unidos y la Unión Europea han prohibido las importaciones desde la región de Xinjiang.