En el comienzo de los smartphones, los diferentes grados de protección ante el polvo y el agua solo estaban destinados a móviles de gama alta o modelos especiales desarrollados exclusivamente para el uso militar o industrial, donde las condiciones de trabajo podrían ser extremas.
En la actualidad, la mayoría de los celulares, incluso los de gama de entrada, cuentan con cierto grado de protección IP. Aprende en este Informe USERS a qué se refiere este número y qué grado de protección puedes esperar en tu celular.
Autor: Pier Ciccariello
¿Qué significa la protección IP?
En primer lugar, es necesario definir la sigla IP (Ingress Protection o protección de ingreso). Esta fue creada por la IEC (Internacional Electrotechnical Commission o Comisión Electrotécnica Internacional, organismo encargado de brindar los grados de clasificación IP) y clasifica el nivel de protección hermética que tiene tu móvil en relación con el agua y el polvo.
El grado de protección IP determina si tu móvil es apto para ser utilizado bajo la lluvia o si, incluso, puede caer dentro de un balde de agua. La norma en la que se definen los estándares de protección IP es la IEC 60529 y, en la Unión Europea, se encuentra publicado por CENELEC (Comité Europeo de Normalización Electrotécnica) como la norma EN 60529.
Existe también un estándar alemán llamado DIN 40050-92 que extiende al IEC 60529-2004. Fue formulado teniendo en cuenta el equipamiento electrónico sometido a altas presiones y temperaturas, y en condiciones donde pueda estar en peligro del ataque de líquidos y químicos.
El proceso para la certificación alemana DIN 40050-9 determina que el equipamiento sometido a esa prueba debe estar presionado por chorros de agua con caudales entre 14 y 16 litros por minuto a una temperatura de 80 °C, a una presión de entre 8 y 10 Mpa y utilizando una distancia de entre 10 y 15 cm.
Los chorros deben ser disparados desde cuatro posiciones con respecto a la línea horizontal (0°, 30°, 60° y 90°), y el móvil deberá estar girando sobre su propio eje a una velocidad de 5 revoluciones por minuto durante un mínimo de 12 segundos.
El grado de protección IP es el que determinará si la electrónica de tu móvil puede soportar una lluvia o incluso caer dentro de un balde con agua.
Una certificación implica que uno o varios organismos han realizado pruebas para asegurarse de que un producto –en este caso un smartphone– pueda soportar condiciones extremas y por cuánto tiempo sin que esto afecte su funcionamiento. Otros organismos encargados de certificar la robustez de los móviles son las Fuerzas Armadas y el Departamento de Defensa de los Estados Unidos, con el Estándar Militar (MIL-STD).
La certificación IP se compone de dos números de los cuales el primero determina el nivel de protección contra el polvo, mientras que el segundo indica el nivel de protección ante el agua, de forma que la combinación de ambos es lo que verás en las especificaciones de cualquier smartphone en su clasificación IP, para ofrecerte una idea de en qué circunstancias podrás utilizarlo. De esta forma encontrarás referencias como IP55 o IP68.
Si bien no es el escenario óptimo, un móvil con buen grado de protección IP es capaz de resistir condiciones de uso extremos, así como accidentes que impliquen agua y polvo.
Cuanto mayor sea el número, mayor es la protección que posee ante el polvo y el agua. En cuanto al polvo, 6 es el número más alto que se puede obtener, el que significa protección total; mientras que en el caso del agua, 9 es el valor máximo aplicado para móviles que serán utilizados en condiciones extremas.
El estándar IP, aunque se suele asignar a un producto en general, en realidad se refiere exclusivamente a su contenedor o carcasa y la protección que esta ofrece a los componentes del interior, en este caso la electrónica de tu móvil, de forma que, cuando te refieres al grado de protección IP de tu teléfono, la única heroína de esta historia es la carcasa.
La mayoría de los celulares que cuentan con protección disponen de completa inmunidad respecto del polvo, por lo que la primera cifra es un 6 (como podría ser un móvil con protección IP68), seguido de la cifra que indique la protección contra el agua. En el mercado, también podrás encontrarte ante móviles con una tolerancia menor al polvo por lo que su primera cifra será 5, por ejemplo los móviles con protección IP58.
En algunas referencias encontrarás que se sustituye un número por una letra X, por ejemplo IPX6, esto significa que no se han recabado suficientes datos para asignar un nivel de protección en ese dígito.
Una clasificación IP elevada no implica necesariamente que el polvo y el agua no ingresen en la carcasa de un móvil, solo indican que, cuando lo hagan, no será en cantidades suficientes como para causar desperfectos, por eso, en algunas de las certificaciones, se indica el límite de minutos capaz de permanecer bajo el agua.
La carcaza y su protección IP están diseñadas para proteger los componentes electrónicos del interior del teléfono de sustancias dañinas, como el polvo y el agua.
Continúa leyendo el Informe USERS 207 y conoce los grados de protección de tu smartphone y cómo se realizan las certificaciones.
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