Este Informe USERS es una guía práctica destinada a enseñarte cómo debes optar por un componente de hardware antes de comprarlo, y sus aplicaciones según el uso que vayas a darle.
En esta entrega veremos la fuente de energía, un elemento de suma importancia que requiere saber cuál es la indicada, en especial, para equipos de alta gama.
Las fuentes no solo permiten la conversión de energía, sino que también son clave para dar funcionamiento correcto a todos los demás componentes de la PC.
Por eso es fundamental aprender a elegir la adecuada según su tolerancia, potencia y servicios para anclar procesadores de alto vuelo, placas de video y motherboards de estilo gamer.
Las fuentes se fabrican bajo distintos estándares que veremos a continuación, para que te conviertas en un experto y puedas elegir la más conveniente en cada caso.
Autor: Mariano Manciameli
¿Qué función cumple una fuente de poder en la PC?
La fuente de poder, técnicamente conocida como ATX (Advanced Technology eXtended), es un dispositivo que proporciona la energía (corriente eléctrica) para que la computadora funcione.
Las fuentes ATX son un estándar que data de la década de 1990, cuando la compañía Intel las desarrolló para aplicar en nuevas computadoras de escritorio. Con el tiempo, fueron evolucionando en cuanto a la calidad de sus componentes electrónicos, que hacen al rendimiento y la economización de energía, los factores más importantes en la actualidad a la hora de adquirir un producto de esta especie.
La fuente es capaz de transformar la corriente de pared, denominada corriente alterna (CA), en distintas corrientes continuas (CC) que usan los componentes del hardware instalados en el gabinete de una PC. Los voltajes de entrada en todas las fuentes son de 110 o 220 voltios, dependiendo del factor energético de cada país.
La conversión será a una corriente continua de 12, 5 y 3.3 voltios, necesarios para que los componentes puedan operar. En este aspecto todas las fuentes son iguales; no vas a encontrar en el mercado una de diferente voltaje si está destinada al uso en un equipo de mesa.
No hay dudas de que el voltaje no es el punto importante que determinará la elección de la fuente antes de comprarla; esto estará más vinculado al consumo, la potencia y la cantidad de servicios que habrá, entre otros factores, sobre todo en el caso de máquinas servidoras que necesiten trabajar durante prácticamente 24 horas o en equipos de alta gama para juegos que operan con placas de consumo elevado.
En estos casos, una mala elección de la fuente ATX será un grave error, que podrá no solo hacer fallar los componentes sino también dañarlos, incluso, de manera irreversible.
Las fuentes presentan distintos factores de forma: el ATX es el más popular en las PCs de escritorio, pero también existe el MINI ATX o ITX, de menor tamaño y destinado a gabinetes de menor porte; se lo usa habitualmente para tareas de oficina o educativas.
Fuente de poder ATX 1600W Seasonic Prime-PX-1600
Elegir por certificaciones
Lo primero que debes saber es que las fuentes ATX en la actualidad se manejan según distintos grados de certificación, que permiten adquirir un equipo adecuado para cada caso de consumo y uso.
Las fuentes comunes siempre fueron conocidas como “genéricas” y son un estándar apto para máquinas de bajo consumo y de uso administrativo y hogareño. Las de mayor rendimiento, que otorgan una mayor eficiencia, cuentan con certificaciones que la industria ha denominado High Performance y se basan en la etiqueta 80plus (80+), que implica una eficiencia energética superior comparada con las clásicas genéricas.
Además de tener mejor calidad de componentes electrónicos, estas fuentes poseen tecnologías especiales diseñadas para el alto rendimiento, basadas en la eficiencia. Esto se refleja en sus características técnicas, como un sistema de corrección de sobretensiones denominado OCP (Overcurrent Protection Explained) y un sistema SCP (Short Circuit Protection), que permite apagar la fuente en caso de cortocircuito para así evitar que el daño sea mayor.
Las marcas de calidad incorporan OVP y UVP, que actúan como sensores que, al detectar un consumo alto o bajos voltajes de carga, protegerán al equipo apagándolo. Además, las fuentes 80plus poseen sensores de temperatura que, al detectar excesos, cortan la energía que circula en el integrado. Estas protecciones son dignas de tener en cuenta y es por eso que se justifica adquirir fuentes con esta calidad de certificación.
Fuente de poder Antec HCP-1300 Platinium
Fuentes para equipos de trabajo de bajo rendimiento
Las fuentes de poder genéricas son ideales para las computadoras de mesa que se utilizan para trabajo o estudio. No son de baja calidad; por el contrario, cumplen con su función para esos casos pero no son adecuadas para equipos que tengan un consumo más elevado.
Al elegir una fuente de este estilo, no deberás tener en cuenta muchos aspectos. El factor voltaje no es necesario, ya que todas operan en el mismo rango. El consumo sí es relevante, aunque al ser genérica, muchas veces las etiquetas adheridas en el chasis presentan datos estimados.
El consumo promedio de una PC con hardware estándar está entre 400 y 600 Watts. La mayoría de estas fuentes no ofrecen datos muy concretos respecto de la tolerancia en el amperaje; solo están certificadas para operar en una PC de gama baja, y su durabilidad será cuestión de horas de uso, cantidad de encendidos del equipo y, fundamentalmente, golpes de tensión o sobretensión de la línea eléctrica.
Es por este último factor que se aconseja usar un protector de tensión o estabilizador, para así prevenir daños mayores.
Las fuentes ATX genéricas no responden a una marca específica. El mercado es muy rotativo en este sentido y por eso es recomendable elegir una que venga en caja y que, por lo menos, tenga una mínima referencia de uso y datos de consumo. Si bien para abaratar costos muchos fabricantes evitan el pack, al menos debe incluir una etiqueta con datos y certificación de uso para el país donde se la comercializa.
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