Vivimos en un mundo en el que la inteligencia artificial apareció para solucionarte la vida, ofrecerte más comodidades y evitarte hacer clics innecesarios al conocer tus gustos y tus preferencias a la hora de navegar por las diversas web que utilizas a diario.
Ya no es extraño que escuches referencias al Big Data ni que aceptes todas las cookies que un sitio requiere para que puedas navegar en ella lo antes posible, pero… ¿has pensado alguna vez qué pasa con toda tu información? Analicemos de qué se trata en este Informe USERS.
Autor: Pier Ciccariello
¿Qué sabe Internet de ti?
Para que puedas disfrutar de la comodidad de no tener que cargar todos tus datos en cada formulario ni de tener que ingresar tus credenciales cada vez que visitas un sitio web, los desarrolladores de páginas utilizan diversas tecnologías para almacenar tu información.
De esta manera, mejoran tu experiencia, en algunos casos hasta haciéndote creer que la Web te conoce y sabe lo que deseas hacer; incluso, te permite recuperar un carrito que no hayas terminado de cargar en tu anterior visita a un sitio de compras online.
Como muchas otras cosas, esta es un arma de doble filo. El hecho de aceptar que terceras personas conserven información sobre ti mismo conlleva un riesgo, ya que pierdes el control del uso que se le da así como de quién accede a ella. Incluso, aunque no exista ninguna mala intención, esa web que conserva tus datos puede ser hackeada.
Tal vez pienses que esto nunca sucedió, porque los sitios web de relevancia disponen de un amplio equipo de profesionales y herramientas para evitar situaciones semejantes.
Pero la realidad es un poco más alarmante: este escenario ya ha ocurrido, y lo cierto es que grandes empresas como Google, Facebook y Hotmail han sido víctimas de hechos similares, en los que los datos sensibles de sus clientes fueron robados para ser usados por ciberdelincuentes en sus actividades o vendidos como bases de datos en forma ilícita.
Cada vez se producen más datos. En el año 2013, los usuarios de Internet habían generado cuatro zetabytes de información, es decir, cuatro mil millones de terabytes. Este crecimiento es exponencial.
Y esto no termina acá: gracias a que cada vez se utiliza más la Internet de las cosas y a que los diversos servicios que usas funcionan mediante sitios web, cada segundo se crean cantidades increíbles de información de usuarios que queda almacenada.
Al día de hoy, existe una infinidad de gadgets tecnológicos en los que puedes almacenar las calorías quemadas, la lista de compras, tu playlist favorita, y todo tipo de información que crea un enorme perfil en línea con tus gustos, necesidades y hasta tu forma de pensar.
Todo esto, sin siquiera tener en cuenta la enorme cantidad de dispositivos electrónicos que funcionan con reconocimiento de voz en los que puedes realizar búsquedas en Google.
Tal es el caso de los smartphones, que en teoría podrían escuchar permanentemente lo que dices y que, para empeorar aún más la situación, normalmente llevas todo el día contigo, de modo que, si hubiera alguna forma de obtener Big Data de este medio, estarías alimentándola sin siquiera saberlo.
Inteligencia artificial
La inteligencia artificial (IA) puede utilizar información personal de diversas maneras, dependiendo del contexto y del propósito para el cual se la use. Es importante tener en cuenta que el empleo de datos personales por parte de la IA está sujeto a leyes y regulaciones de privacidad que varían según el país y la jurisdicción. A continuación, se presentan algunas maneras en las que la IA puede manejar tu información personal.
- Personalización de servicios: la IA puede utilizar tus datos personales, como preferencias, historial de búsqueda o comportamiento en línea, para personalizar y mejorar los servicios que te ofrece. Por ejemplo, en redes sociales, la IA puede mostrar contenido relevante en tu feed en función de tus intereses y actividades pasadas.
- Análisis y predicción: la IA puede analizar grandes cantidades de datos personales para identificar patrones y tendencias. Esto puede utilizarse para predecir comportamientos futuros, como preferencias de compra o elecciones políticas, y ofrecer recomendaciones basadas en esa información.
- Asistentes virtuales y chatbots: utilizan la IA para interactuar contigo y proporcionarte respuestas o soluciones a tus preguntas y problemas. Estos sistemas pueden recopilar y procesar información personal para brindar un servicio más efectivo y adaptado a tus necesidades.
- Publicidad dirigida: la IA puede usar tus datos personales para mostrar anuncios dirigidos y relevantes. Esto implica analizar tu comportamiento en línea y en aplicaciones con el fin de seleccionar anuncios que puedan resultarte más interesantes.
- Mejora de productos y servicios: las empresas y desarrolladores pueden utilizar la IA para analizar datos de usuarios y así mejorar sus productos y servicios. Por ejemplo, en el ámbito de la salud, la IA puede analizar datos de pacientes para desarrollar mejores tratamientos y diagnósticos.
Es importante destacar que el manejo de información personal por parte de la IA debe cumplir con las regulaciones de privacidad y protección de datos. Las organizaciones que utilizan la IA están sujetas a políticas y leyes que garantizan el consentimiento informado, la seguridad de los datos y la transparencia en el uso de la información personal.
En general, la IA puede proporcionar beneficios significativos al utilizar datos personales de manera ética y responsable. Sin embargo, también plantea desafíos en términos de privacidad y seguridad, por lo que es fundamental que los usuarios estén al tanto de la manera en que se utiliza su información y puedan tomar decisiones sobre su privacidad en un mundo cada vez más interconectado y digitalizado.
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