Durante la pandemia los esfuerzos de los gobiernos se han abocado a dos objetivos principales, la contención del virus y la apertura de la economía mientras se cumple dicha contención.
Algunas actividades tienen mejores condiciones para su reapertura, pero eso no implica que estén exentas de riesgos.
En el caso de los trabajadores portuarios de la ciudad de Antwerp, Bélgica, la solución parece llegar de la mano de una pulsera inteligente. Este dispositivo advertirá a los usuarios cuando estén acercándose demasiado a otro operario para que puedan mantener así la distancia social requerida.
Una nueva opción
En realidad la pulsera no es una novedad. Anteriormente se la empleaba como mecanismo de seguridad para avisarles a los trabajadores cuando un vehículo se aproximaba, avisar si alguno de ellos caía al agua o controlar el acceso a las diversas zonas del puerto.
Rombit, la compañía distribuidora ha desarrollado una actualización para que las pulseras emitan advertencias cuando una unidad se acerca a menos de un metro y medio de la otra.
Los desarrolladores también tienen en la mira la posibilidad de rastrear los contactos, de forma tal que si una persona se infecta sea posible saber como pudo haber sucedido y quienes pudieron haber sido expuestos.
Los dispositivos no rastrean la ubicación de los empleados, simplemente registran el contacto. De esta forma se espera preservar la privacidad de los usuarios.
Impacto
Aun cuando las pulseras solo se utilicen en los puertos, tan solo en el puerto de Antwerp trabajan alrededor de 60 mil personas.
Según Rombit más de 400 empresas de más de 90 países han realizado pedidos. Por dicho motivo espera expandir sus niveles de producción, que actualmente son de 25 mil dispositivos por mes.
